San Salvador, 21 jul (EFE).- La Fiscalía salvadoreña abrió una investigación para determinar la existencia de un pacto entre el Gobierno y las pandillas para reducir los índices de violencia en el país, confirmó hoy un portavoz judicial.
La misma fuente agregó que la Fiscalía también investiga cómo la carta manuscrita en la que se plantea el pacto, supuestamente firmada por líderes de las principales pandillas recluidos en el penal de máxima seguridad en la localidad de Zacatecoluca, 56 kilómetros al sureste de la capital, salió de ese lugar.
En el marco de la investigación fueron citados a declarar el director de la prisión de máxima seguridad, Julio Hernández, quién se presentó el lunes a la Fiscalía, y el director general de Centros Penales, Rodil Hernández.
Hernández fue citado para que este martes rindiera declaraciones pero se presentó.
«No hemos recibido todavía la justificación oficial de por qué no vino», señaló la fuente de la Fiscalía.
Medios locales informaron de que la citación de Hernández fue trasladada para mañana miércoles.
A raíz de la difusión de la carta tanto portavoces del Gobierno de El Salvador como de la Policía han descartado cualquier pacto con las pandillas, grupos a los que se vincula con la mayoría de los asesinatos en el país.
El subdirector general de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Coto, dijo ayer que el organismo de seguridad «no va a negociar, ni a dialogar con miembros de pandillas».
«La policía hará su trabajo preventivo», dijo Cotto, y aseguró que las pandillas han perdido «fuerza» y «protagonismo» en el país «gracias al trabajo de la PNC».
La carta fue difundida en medio de un recrudecimiento de la violencia en el país, con el aumento de un 55,7 % de los asesinatos en el primer semestre de este año (2.865) en comparación con el mismo lapso de 2014, según los datos oficiales.
La misiva manuscrita, aunque está fechada el 15 de junio de 2015, fue divulgada la semana pasada, y lleva la firma de 13 líderes de las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha (MS13) recluidos en el penal de máxima seguridad.
«Hacemos un llamado a ustedes a darle la oportunidad a la nación salvadoreña a desarrollarse en un ambiente más pacifico y establecer los mecanismos que puedan permitirnos establecer acuerdos para alcanzar la tan anhelada paz a través del dialogo», dice la carta.
La veracidad de la misiva fue confirmada por Paolo Lüers, uno de los mediadores de una polémica tregua entre las pandillas iniciada en 2012 y que se prolongó por 15 meses.
La misma permitió que el promedio diario de homicidios en El Salvador bajara de 12 a 5.
A la ruptura de esa tregua, de la que el pasado Gobierno salvadoreño siempre se desvinculó, se atribuyó en 2014 el incremento de las muertes violentas en la nación centroamericana.