Guatemala, 7 mar (EFE).- En lo que va de año, al menos dos funcionarios y dos congresistas de Estados Unidos han visitado al Gobierno de Guatemala, unos encuentros que las autoridades han tildado hoy como positivos, descartando que se trate de presiones.

"Lo vemos de forma muy positiva", dijo a periodistas el portavoz de la Presidencia, Heinz Heimann, al ser preguntado por si estas visitas tan recurrentes durante los últimos meses, desde que el presidente Donald Trump asumió el poder, formaban parte de algún tipo de presión.

El secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, John Kelly, vino a Guatemala el 21 de febrero, y a esta visita le sucedió otra este fin de semana de los congresistas Albio Sires (demócrata) e Ileana Ros-Lehtinen (republicana), y la del secretario de Estado Adjunto para Asuntos Internacionales de Narcóticos, William Brownfield, ayer lunes.

El vocero explicó que el encuentro con Kelly respondió a una invitación del Gobierno de Guatemala, que está muy "preocupado" por la situación de los más de 3 millones de migrantes que hay en Estados Unidos y por las políticas migratorias que va a adoptar o adopta este país.

En el caso de Brownfield, que inauguró un centro de rehabilitación e inclusión de presas, se debe a un seguimiento acordado el año pasado, cuando también visitó el país centroamericano el 4 de marzo.

En todos estos encuentros, los representantes de Estados Unidos han manifestado el apoyo de su país para luchar contra el narcotráfico, la seguridad, la migración y el desarrollo en Guatemala, y también han expresado su respaldo a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).