Tegucigalpa, 15 jun (EFE).- Decenas de indígenas de la etnia lenca y afrodescencientes exigieron hoy en Tegucigalpa "justicia" por el asesinato en Honduras, el pasado 3 de marzo, de la defensora de derechos humanos y ambientalista Berta Cáceres.

"¡Comisión Independiente ya. Berta Vive", se leía en una gran manta amarilla con letras en rojo y negro al frente de la protesta organizada por el Comité Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), del que Cáceres era su coordinadora general.

La protesta la iniciaron en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), que desde hace tres semanas está tomada por estudiantes que se oponen a reformas académicas que impulsa la máxima casa de estudios.

"Hemos venido a acompañar a los estudiantes universitarios y a exigir justicia por el asesinato de nuestra compañera Berta Cáceres", dijo a periodistas Óscar Martínez, quien se identificó como un "indígena lenca".

De la Universidad, los manifestantes se trasladaron a las cercanías de la Casa Presidencial, cuyas instalaciones desde primeras horas del día fueron resguardadas por policías y militares.

En este sitio los manifestantes celebraron un ritual indígena lenca frente a un piquete de policías apostados detrás de una valla de alambre.

Dirigentes de organismos de derechos humanos acompañaron a los manifestantes, quienes además indicaron que protestas como la del COPINH se celebraban hoy de manera simultánea en Estados Unidos y varios países de Europa, como respaldo internacional para exigir justicia por el asesinato de Berta Cáceres.

"El día de hoy, 15 de junio, personas de todo Honduras y el mundo nos congregamos para hacer sentir nuestras voces y gritar de manera enérgica que exigimos justicia para Berta Cáceres, coordinadora General del COPINH", subraya un comunicado del organismo que aglutina a los indígenas.

La muerte de Berta Cáceres no debe quedar en la impunidad como ha ocurrido con "otros tantos casos en este país", añade el comunicado.

"El esclarecimiento de quienes perpetraron tanto material como intelectualmente este crimen debe ser el símbolo que ponga fin a la violencia e impunidad bajo la que operan los bancos, empresas privadas, ejércitos y gobiernos asesinos", indicó el COPINH.

Indicaron, además, que no confían "en la institucionalidad que tiene en sus manos la investigación de este crimen, porque es la misma que la persiguió, criminalizó, judicializó y que sigue obstaculizando la participación activa de las víctimas".

"Por eso exigimos la instauración de una comisión independiente de investigación mediante un grupo internacional e imparcial de expertos, propiciados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos", subraya el comunicado.

También solicitaron a las autoridades del país "que se elimine cualquier tipo de concesión sobre el Río Gualcarque de la comunidad indígena lenca de Río Blanco, en especial la dada a la empresa DESA y su proyecto de muerte Agua Zarca", a lo que se oponía Berta Cáceres.

"Hoy comienza una etapa decisiva de nuestra lucha, es el inicio de los levantamientos fuertes en nuestros territorios. Es decisión del Gobierno de este país si se sigue con la injusticia y la impunidad o se dan pasos para la construcción de la convivencia en armonía con nuestro entorno", advirtió el COPINH.

Por el caso de Berta Cáceres han sido detenidos cinco hombres, quienes serían los autores intelectuales y materiales del asesinato, que ha sido repudiado a nivel nacional e internacional.

El único testigo del crimen es el también ambientalista Gustavo Castro, quien era huésped de la defensora de derechos humanos el día del crimen.

Berta Cáceres fue asesinada en la ciudad de La Esperanza, departamento de Intibucá, en el occidente de Honduras. EFE

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