Panamá, 30 mar (EFE).- El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, afirmó hoy que la plataforma de transporte Uber no representa ningún tipo de competencia para los taxistas del país, que llevan meses pidiendo la prohibición de ese servicio.

"El servicio de Uber es muy diferente al servicio que dan los taxis, es un servicio mucho más personalizado, mucho más costoso. Es más, su forma de pago es con tarjeta de crédito. Si a mí me dice un taxi amarillo que a él le pagan con tarjeta de crédito, yo digo, bueno, entonces sí están compitiendo", sostuvo Varela en rueda de prensa.

Cerca de treinta taxistas se manifestaron ayer en el paseo marítimo de la capital para denunciar la "competencia desleal" que supuestamente representa Uber, que se instaló hace justo dos años en Panamá, y para reclamarle al Gobierno que modifique las leyes del sector para prohibir ese servicio.

"No podemos afectar a los ciudadanos que están complementando sus ingresos", respondió el mandatario a la pregunta de si estaba dispuesto a prohibir la plataforma de transporte.

Según Varela, el problema que aqueja a los taxistas (que, por ley, solo pueden ser panameños) no tiene que ver con Uber sino con el exceso de licencias que se expidieron durante anteriores legislaturas.

"Se otorgaron un exceso de cupos (...) con poca transparencia y por objetivos políticos. Nuestro Gobierno no ha otorgado ni un cupo permanente, hemos dado permisos transitorios en determinadas rutas porque estamos poniendo orden en el transporte", apuntó el presidente.

La baja calidad del servicio de taxis y la arbitrariedad con que los conductores determinan las tarifas (a pesar de que están reguladas) ha provocado que Uber sea cada vez más popular en el país, principalmente en la capital panameña.

"Los panameños merecemos más opciones de movilidad y autoempleo, que se adapten a nuestras necesidades. Por ello, exigimos que los derechos de los consumidores sean respetados y protegidos", sostuvo ayer la compañía en un comunicado emitido tras la manifestación de taxistas.

La "app" estableció una alianza con la marca Ron Abuelo, que pertenece a la familia de Varela, para instalar alcoholímetros a la salida de las principales discotecas del país y fomentar así el uso del servicio después de beber alcohol.