Washington, 21 oct (EFE).- Estados Unidos se mostró hoy "preocupado" por los informes de que la Policía Nacional de Honduras dispersó este jueves con gas lacrimógeno una manifestación de indígenas, y dijo que "no ignorará" ese tipo de sucesos pese a haber autorizado un nuevo desembolso de ayuda de seguridad a ese país.

"Estamos preocupados sobre esos informes", dijo el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, al ser preguntado en su conferencia de prensa diaria por los sucesos de este jueves, cuando la Policía hondureña reprimió una protesta y, según algunos informes, llegó a utilizar balines de goma y cañones de agua.

La protesta fue organizada en Tegucigalpa por miembros del Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) para exigir justicia por el asesinato de la ambientalista Berta Cáceres el pasado 3 de marzo en el occidente del país.

Según la Policía Nacional, la protesta del Copinh era pacífica, pero se les sumó un grupo de estudiantes "universitarios infiltrados" que comenzó a lanzar piedras contra las fuerzas del orden y "degeneraron la protesta".

"Sabemos que la situación en Honduras es extremadamente compleja, con altas tasas de impunidad", aseguró Kirby, al reconocer que "todavía hay corrupción" en el país centroamericano.

No obstante, defendió la decisión del Departamento de Estado de desbloquear este mes otros 55 millones de dólares para Honduras, al certificar que el país centroamericano ha dado "pasos efectivos" para combatir sus problemas de corrupción e impunidad.

"Estamos cómodos con la certificación que hemos hecho, pero eso no significa que ignoremos estas cosas de ahora en adelante, siempre revisamos y evaluamos" los informes de crimen y corrupción, aseguró Kirby.

Cuando el Congreso estadounidense aprobó otros 750 millones de dólares para el triángulo norte de Centroamérica para el pasado año fiscal, condicionó parte de esos fondos a la certificación por parte de EE.UU. de que cada uno de los países daban pasos para combatir sus mayores problemas, entre ellos la corrupción y la impunidad.

Además de la de Honduras, Estados Unidos también ha certificado que El Salvador y Guatemala están dando "pasos eficaces" para reducir esos problemas, indicaron a Efe fuentes del Departamento de Estado.

En Honduras, el Copinh denuncia que en las últimas semanas se ha desatado "una campaña de desprestigio" contra su organización, de la que Cáceres fue su coordinadora general, por parte de la empresa que desarrolla el proyecto hidroeléctrico al que ella se oponía y del Estado hondureño.

El proyecto, con capacidad para generar 21 megavatios, que estaba siendo financiado por un banco holandés y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), está paralizado tras el asesinato de Cáceres, mientras que pobladores de unas diez comunidades favorecidas exigen que se reanude.

Hasta ahora han sido detenidos seis hombres como presuntos autores materiales del asesinato de Cáceres, mientras que los familiares de la fallecida y el Copinh exigen la captura de los autores intelectuales y que el proyecto sea cancelado.