Estudiantes marchan en la Plaza de los Héroes durante una manifestación organizada por el grupo de Facebook Students for Teachers en Budapest este 14 de octubre de 2022. EFE/EPA/Szilard Koszticsak

Budapest, 14 oct (EFE).- Miles de personas salieron hoy a las calles de Budapest para protestar contra la intimidación de los maestros y profesores que son amenazados de despido por las acciones con las que reivindican mejores condiciones laborales.

Convocadas por un grupo de estudiantes, unas 5.000 personas se congregaron en la céntrica plaza de los Héroes, desde donde partieron en una marcha que atravesó el centro de la capital magiar hasta llegar al ministerio del Interior, la cartera responsable de la Educación.

"Cuando el poder intimida, el poder tiene miedo", aseguraron los organizadores en la convocatoria al aludir a las amenazas de despido que han recibido decenas de docentes tras participar en acciones de desobediencia civil para protestar contra su situación.

Con un salario inicial de poco más de 420 euros mensuales, los maestros y profesores húngaros se cuentan entre los de menores ingresos en los países de la Unión Europea (UE) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

El gobierno del primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, les ha prometido aumentos salariales pero solo si logra alcanzar un acuerdo con la Comisión Europea para que desbloquee los fondos comunitarios congelados por las continuas violaciones de Budapest de los estándares del Estado de Derecho.

"Ésta es solo una promesa como todas las del Gobierno. Por ahora no es nada más y tampoco creo que lo cumplirán", dijo a EFE Piroska, una joven de 17 años.

Su amiga, Zsófia, recordó que además "no solo se trata de los sueldos. Hay que reformar toda la enseñanza y dar más autonomía a las escuelas".

Los docentes llevan meses pidiendo, mediante actos de desobediencia civil, no solo subidas de sueldos, sino también una reducción de las cargas laborales y una mayor autonomía.

Además, protestan contra las importantes limitaciones del derecho a huelga introducidas este año, que obligan al personal de los colegios a cumplir con una serie de "servicios mínimos".

Desde que llegó al poder en 2010 el Gobierno de Orbán ha centralizado cada vez más la enseñanza, que no cuenta con un ministerio propio.

Entre otros, creó los "centros de distritos escolares", dirigidos por personas nombradas directamente por el Ejecutivo, que son los que ahora amenazan con despidos a quienes protestan.

Hace dos semanas uno de esos centros cumplió con la amenaza y despidió a cinco profesores de un colegio, lo que ha desatado gran consternación en la opinión pública.

La enseñanza en Hungría también enfrenta una grave falta de profesores, ya que faltan del sistemas más de 15.000 profesores. EFE

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