Chapel Hill.- “No es que el sistema de política migratoria esté roto, es que fue diseñado para que funcionara así”.  En contra de lo que podría pensarse, esta afirmación no corresponde a ningún “soñador” o activista pro-inmigrante, sino a un antiguo oficial de inmigración, John Randolph, quien trabajó para el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) y el departamento de Seguridad Nacional durante 25 años en California.

Randolph mantiene una actitud escéptica ante las políticas migratorias emprendidas por los diferentes gobiernos de los EU en los últimos años pues, según dice, “están destinadas a beneficiar al 1% de la sociedad mexicana y estadounidense, que se beneficia de la privatización de las cárceles en Estados Unidos y la venta de armas”, entre otras consecuencias de la política migratoria actual.

No se siente orgulloso
El antiguo guardia fronterizo realizó esas declaraciones en la conferencia que ofreció en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill el pasado 27 de octubre, organizada por la hermandad “The Alpha Iota Chapter” de La Unidad Latina, a la que acudió una treintena de personas.
Durante la misma, Randolph dio cuenta de su experiencia y explicó cómo la actuación de los agentes de inmigración puede llegar a violar los derechos “de personas inocentes, que no son criminales” y recordó el trágico suceso del hombre que falleció cayendo por el hueco que hay entre los carriles de una autopista en California al ser perseguido por la patrulla de inmigración.  
“Me han obligado a hacer cosas de las que no me siento orgulloso”, lamentó el ex-oficial.

Diferencias de opinión
Randolph expuso las razones que le llevan a criticar la “inmovilidad” de los distintos gobiernos respecto al problema de la inmigración y criticó actuaciones como la aminstía general de 1986, que según él provocó la legalización de un buen número de delincuentes.
Asimismo, Randolph sostuvo que iniciativas como la Acción Diferida tampoco pueden ser la solución.
Esta idea fue compartida por José Torres, miembro del NC Dream Team, quien asistió como espectador.
“Los jóvenes indocumentados tenemos la sensación de que los partidos nos están utilizando como piezas en su juego político y de que, realmente, no tienen ningún interés en dar una solución real a nuestra situación”, dijo.

Frontera militarizada
Mientras que Randolph reivindicó un sistema que “respete los derechos humanos de los inmigrantes y refuerce una guardia en la frontera que sirva para atrapar a los criminales y los traficantes de droga, y no para perseguir a personas inocentes”, Sam Page -Alguacil del condado de Rockingham y miembro del comité ejecutivo de la Asociación de Alguaciles de Carolina del Norte- alzó su voz en contra del ex agente de ICE.
 “El problema de la inmigración es mucho más complejo de lo que él ha expuesto, no solo tenemos inmigrantes de México, sino de toda Centroamérica”,  dijo.

“No se trata de que la patrulla fronteriza persiga a esas personas porque sean hispanos, no se trata de eso, se trata de perseguir a los delincuentes, sean de donde sean”, zanjó Page.

Frente a la propuesta de Randolph, el alguacil Page defendió la necesidad de “militarizar más y mejor a los equipos y sellar las fronteras de forma efectiva” para frernar la inmigración ilegal.