Raleigh.- El pasado viernes la mexicana Vianey Toro recibió una de las mejores noticias de su vida cuando su abogada la llamó para contarle que nueva reglamentación del Departamento de Seguridad Nacional le permitirá ajustar su estatus migratorio a corto plazo y sin tener que salir del país.

“Esto nos va a ayudar mucho porque tenemos planes y si yo tuviera que salir del país sería muy difícil, tendría que suspender muchas cosas como mis estudios”, dijo Vianey, quien fue traída por sus padres cuando era niña y no ha podido ajustar su estatus migratorio hasta hoy a pesar de que en julio pasado se casó con un miembro del Ejército asentado en la base Fort Bragg en Fayetteville.
En su caso, el haber ingresado al país sin permiso de las autoridades de inmigración le obligaba a solicitar un “perdón”, un trámite que aunque se simplificó a comienzos de este año, aún requiere que la persona vuelva a su país de origen para recibir su autorización de ingreso con el riesgo de recibir una penalización de entre 3 y 10 años sin poder regresar.
Pero ahora el proceso podría simplificarse gracias a un memorándum emitido el 15 de noviembre por el DHS en el cual se formaliza y amplía un permiso temporal de permanencia en el país creado en 2010 para los inmigrantes indocumentados que sean familiares directos de militares.
Este beneficio denominado “Parole in place” permite a los beneficiarios permanecer en el país por un año pero al recibir este permiso muchas de estas personas pueden ser elegibles para aplicar después a la residencia de acuerdo con la ley de inmigración.
Aunque este permiso temporal ya existía, el DHS recién ahora ha formalizado el trámite y amplió su alcance para beneficiar a padres e hijos indocumentados y ya no sólo a cónyuges de miembros de las Fuerzas Armadas en servicio, reservistas o veteranos.
“Esto puede beneficiar muchas personas”, dijo la abogada Katy Chávez, quien representa a Vianey. “Es una gran ventaja porque ahora no sólo es para militares activos, también para reservistas y veteranos, y ahora incluye a los hijos y los padres”.
Chávez dijo que otra ventaja es que la aplicación para el permiso temporal es gratuita y luego de un año puede permitir a los beneficiarios ajustar su estatus definitivamente.
“Pienso que esto va a beneficiar mayoritariamente a los padres de los militares porque no creo que hayan muchos casos de personas con hijos indocumentados”, opinó por su parte el abogado Jim Melo quien dijo que ha comenzado a enviar cartas a sus clientes que tienen hijos en las Fuerzas Armadas para explicarles sobre las nuevas regulaciones.
Un portavoz del DHS dijo que el memorándum que clarifica el trámite del “Parole in place” y amplía sus beneficiarios busca reducir la incertidumbre entre los miembros de las fuerzas armadas que tienen familiares sin estatus.
“Los permisos reducen la incertidumbre que afrontan nuestros soldados en servicio activo y el personal militar retirado debido a la situación de inmigración de los miembros de su familia”, dijo Peter Boogaard, portavoz del DHS a la agencia EFE.
En el caso de Vianey, el “parole in place” puede representar el cambio que tanto había estado esperando pues debido a su estatus migratorio tuvo que postergar muchos sueños como poder estudiar una carrera, algo que recién ha podido empezar a hacer el último año gracias al beneficio de la Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA).
“Antes no tenía ninguna opción. Cuando cumplí 18 años me dijeron que no podía hacer nada para cambiar mi estatus porque entré ilegalmente a los 9 años. Después saqué mi permiso (de trabajo) con DACA y me casé pero me dijeron que tendría que salir del país, por eso no había hecho nada hasta ahora”, comentó la joven que estudia biotecnología en la Universidad de Fayetteville.
Aunque no hay una estimación oficial de cuántas personas podrían beneficiarse de este permiso temporal para familiares de militares, se sabe que los latinos representan casi el 11.5 por ciento de los miembros de la fuerza militar en servicio activo.