Washington, 16 oct (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama, se mostró hoy dispuesto a entablar una negociación nuclear con Corea del Norte como la que mantuvo con Irán, pero subrayó que el régimen norcoreano no ha dado "ninguna indicación" de querer renunciar a las armas atómicas, condición imprescindible para Washington y Seúl.

La tensión con Pyonyang centró la reunión que Obama mantuvo en la Casa Blanca con su homóloga de Corea del Sur, Park Geun-hye, quien se mostró escéptica con la posibilidad de que el régimen norcoreano cumpla las condiciones que su Gobierno y el estadounidense consideran imprescindibles para entrar en una negociación.

"Como mi Administración ha demostrado con Irán y con Cuba, estamos preparados para dialogar con naciones con las que hemos tenido una historia problemática", dijo Obama en una conferencia de prensa junto a Park.

"En el momento en que Pyonyang diga que están interesados en tener un alivio de las sanciones y mejores relaciones, y en mantener una conversación seria sobre desnuclearización, estaremos en la mesa" negociadora, aseguró Obama.

Pero el mandatario recordó que "no ha habido ninguna indicación por parte de los norcoreanos, como sí la hubo de los iraníes" antes del inicio de las negociaciones con seis potencias sobre su programa atómico, "de que puedan ver un futuro en el que no poseyeran o no estuvieran tratando de conseguir armas nucleares".

De este modo, Obama permaneció firme en la exigencia que EE.UU. mantiene desde hace años de que Corea del Norte demuestre un compromiso serio de desnuclearización como un paso necesario para retomar las negociaciones.

Mientras, el país comunista se niega a aceptar condiciones previas, y el diálogo a seis bandas para la desnuclearización norcoreana, que implica a las dos Coreas, Estados Unidos, China, Japón y Rusia, permanece estancado desde 2009.

La presidenta surcoreana opinó que hay una gran diferencia entre el caso de Irán y el de su vecino en la península, y opinó que para negociar "tiene que haber una voluntad genuina, por parte de Corea del Norte, de que renunciarán a sus capacidades nucleares".

"Si no tienen eso, incluso si tenemos esfuerzos concertados internacionales, no veremos una conclusión a estas negociaciones ni conversaciones como la que vimos con Irán", subrayó Park.

Los dos países están preocupados por la posibilidad de que Corea del Norte lleve a cabo en un futuro próximo el lanzamiento de un cohete de largo alcance, o incluso su cuarta prueba nuclear.

En un comunicado conjunto emitido tras la reunión, Obama y Park aseguraron que, si Corea del Norte da ese paso, "enfrentará consecuencias, incluida la búsqueda de más medidas significativas del Consejo de Seguridad de la ONU".

El régimen de Kim Jong-un anunció a mediados de septiembre que lanzará próximamente un satélite al espacio, acción que Seúl y Washington consideran un ensayo de tecnología de misiles intercontinentales.

Obama y Park acordaron hoy "fortalecer los esfuerzos diplomáticos para resolver el problema nuclear norcoreano", y en particular reforzar la coordinación de Seúl y Washington con Pekín, según la presidenta surcoreana.

Con su visita a Washington, Park también trató de despejar la noción de que está poniendo la relación con China por delante de la de Estados Unidos, alimentada por su reciente visita a Pekín para asistir a un desfile militar.

Al respecto, Obama aseguró que quiere que Corea del Sur "tenga una relación fuerte con China" y que ese país "crezca de forma pacífica", y defendió que no hay "ninguna grieta" en su relación con Seúl, que "es más fuerte de lo que ha sido nunca".