Los Ángeles (EEUU), 5 jun (EFE).- El demócrata Gavin Newsom y el republicano John Cox se verán las caras en las elecciones a gobernador de California en noviembre próximo tras ser los dos candidatos más votados en las primarias del estado de EEUU, que se celebraron hoy y que dejaron fuera al exalcalde de Los Ángeles Antonio Villaraigosa.

Las proyecciones de los medios, con un 40 % escrutado, dan como vencedor con el 34,3 % a Newsom, vicegobernador de California desde 2011 y alcalde de San Francisco de 2004 a 2011, que partía como favorito para suceder a Jerry Brown como gobernador de California.

"Esta es solo la primera mitad del calendario electoral, pero gracias a vosotros el marcador al descanso parece muy prometedor y el equipo al completo está ganando a lo grande", afirmó un exultante Newsom ante sus simpatizantes congregados en San Francisco.

El foco de la jornada estaba puesto en quién sería su rival para las elecciones del próximo 6 de noviembre, un puesto con el que finalmente se hizo el empresario republicano John Cox (26,1 %) al quedar claramente por delante del demócrata de origen latino Villaraigosa (11,6 %).

Cox tiene el respaldo público del presidente de EEUU, Donald Trump, quien hoy publicó un mensaje en Twitter asegurando que el republicano "marcaría una gran diferencia" como gobernador.

Las primarias californianas se rigen por un sistema en el que los aspirantes de todos los partidos se enfrentan entre sí, de manera que los dos más votados pasan a los comicios decisivos de noviembre.

Estas reglas dan lugar a situaciones enrevesadas en las que, por ejemplo, un demócrata como Newsom podía preferir que en segundo lugar quedara un republicano como Cox, al que con facilidad podría derrotar en un estado de mayoría progresista como California, antes que un demócrata de su propio partido como Villaraigosa, contra el que hubiera competido por la misma base ideológica de votantes.

Por otro lado, el demócrata de ascendencia latina Kevin de León y el republicano James Bradley compiten a esta hora por el segundo puesto en la papeleta para el Senado en una elección en la que la demócrata Dianne Feinstein, que tiene 85 años y lleva en el cargo desde 1992, ganó con claridad (43,9 %).

Con el 43 % de los votos escrutados, De León suma un 10,6 % por un 9,3 % de Bradley, que de quedar fuera dejaría a los republicanos sin opciones de optar a este cargo en las legislativas de noviembre.

Convertida en un foco de resistencia frente a las medidas de Trump en temas como inmigración o lucha contra el cambio climático, California, la quinta economía del mundo, es un feudo de los demócratas y en él se centran gran parte de sus esperanzas para darle la vuelta en noviembre a las mayorías republicanas en la Cámara de Representantes y el Senado.