Naciones Unidas, 19 nov (EFE).- La ONU instó hoy a trabajar para mantener la "precaria restauración de la calma" alcanzada por Israel y la Franja de Gaza tras la escalada de violencia registrada los pasados 11, 12 y 13 de noviembre, y advirtió sobre el estallido de un nuevo conflicto armado.

"Los pasados días hemos sido testigos de una peligrosa escalada de violencia en Gaza que amenazó con desatar un conflicto armado con catastróficas consecuencias para dos millones de palestinos empobrecidos", dijo el enviado de la ONU para Oriente Medio, Nickolay Mladenov, ante el Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas.

El pasado día 13, ambas partes alcanzaron una tregua tras tres días de choques que había comenzado con una fallida operación especial israelí en Gaza dos días antes y que fue seguida por el lanzamiento de 460 cohetes desde la Franja y más de 160 bombardeos israelíes en represalia.

Mladenov instó al movimiento islamista Hamás y al resto de grupos palestinos armados a "detener todas las provocaciones y ataques", mientras que pidió a Israel que "mejore significativamente el movimiento y acceso de bienes y personas hacia y desde Gaza, como un paso hacia el fin del cierre (de los pasos fronterizos)".

"Si una de las partes fracasa, todas las partes fracasan", subrayó el enviado.

"Israel debe reconocer que Gaza está a punto de explotar y, para evitar dicha explosión, la gente debe ver una normalización de sus vidas, por lo que el cierre (fronterizo) debe relajarse y finalmente ser levantado", comentó ante la reunión mensual del Consejo de Seguridad sobre Oriente Medio.

Asimismo, instó a las facciones palestinas a "aprovechar la oportunidad para implicarse con seriedad en los esfuerzos liderados por Egipto para que Gaza vuelva al control total del legítimo Gobierno palestino".

El Cairo media entre las facciones palestinas para alcanzar un acuerdo permanente de reconciliación y también entre estas e Israel, con apoyo de la ONU, para alcanzar un alto el fuego duradero.

Por su parte, la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikky Haley, compartió con Mlandenov la necesidad de que ambas partes se comprometan con el proceso de paz, aunque llamó la atención sobre el supuesto papel desestabilizador jugado por Irán en la región y también en Israel y los territorios palestinos.

Asimismo, Haley cargó en especial contra Hamás, asegurando que "sólo hay una parte que ataca de manera indiscriminada y ataca a los civiles", mientras que Israel, se centra en objetivos militares.

Una apreciación que no compartió el embajador de Kuwait ante la ONU, Mansour al Otaibi, para quien, durante sus ataques, Israel no respetó a los civiles y destruyó infraestructuras básicas.