Los Ángeles (EE.UU.), 5 nov (EFE).- Nueve estados de EE.UU. votarán el martes regular, en diferente grado, el consumo de marihuana, entre ellos California, el más poblado de Estados Unidos y cuya decisión sobre el uso recreativo de esta droga podría ser un referente para una posible legislación federal.

Coincidiendo con las elecciones presidenciales, los votantes de California, Arizona, Nevada, Massachusetts y Maine mostrarán su opinión sobre iniciativas estatales para legislar el consumo recreativo de marihuana.

Por el momento, este uso del cannabis está permitido en Alaska, Washington, Colorado, Oregón y el Distrito de Columbia.

Además, Arkansas, Florida, Dakota del Norte y Montana decidirán si aprueban el empleo de marihuana con fines medicinales, un aspecto ya regulado en 25 entidades de la nación.

Los expertos mirarán con lupa lo que suceda en California, el estado más poblado del país (39 millones de los 321 millones de habitantes de EE.UU.) y que someterá al veredicto de las urnas una propuesta para legalizar la marihuana recreativa que podría actuar como faro para hipotéticas iniciativas a escala federal.

Desde 1996, el cannabis con propósitos medicinales está autorizado en California y la última vez que se votó una iniciativa para ampliarlo a usos recreativos fue en 2010, cuando un 53 % de los ciudadanos lo rechazó.

Ahora, la iniciativa popular conocida como Propuesta 64 parte con ventaja en las encuestas y se ha visto impulsada por una potente campaña sustentada por millonarios como el expresidente de Facebook Sean Parker.

No obstante, California no parece una excepción sobre el cambio de opinión acerca de la marihuana. Según un estudio publicado en octubre por el Centro de Investigación Pew, un 57 % de los estadounidenses respalda que sea legal frente al 37 % que defiende que sea ilegal, unos porcentajes casi opuestos a los de hace una década (32 % a favor, 60 % en contra).

El texto de la Proposición 64 plantea que las personas mayores de 21 años puedan poseer, transportar y consumir hasta una onza de cannabis y cultivar, de manera doméstica, hasta seis plantas de marihuana.

También establecería, entre otros puntos, los mecanismos para la comercialización regulada de la marihuana, los impuestos que la gravarían y las reestricciones referidas a la publicidad.

"Es una oportunidad de legalizar la marihuana, pero más que nada de regulizar un producto que ya está en nuestras comunidades", argumentó a Efe Armando Gudiño, gerente de políticas en California para Drug Policy Alliance.

Gudiño apuntó que el "cambio político" acerca del cannabis se debe en gran medida al cansancio de la sociedad respecto a la criminalización y la guerra contra las drogas, que "han fracasado" y han supuesto el "encarcelamento masivo" de la población negra y latina.

En su opinión, la Proposición 64 plantea "la ley más estricta" del país, especialmente a la hora de impedir la adquisición de cannabis por parte de los jóvenes.

"En lugares como Colorado u Oregón (donde ya está legalizado), el cielo no se cayó y los jóvenes no salieron a las calles a fumar marihuana y ponerse todos locos, al contrario", defendió Gudiño, quien ensalzó la paradoja de que para sus hijos adolescentes en California sea hoy más fácil "agarrar marihuana" ilegalmente en la calle que comprar una cerveza legalmente.

También subrayó las beneficios fiscales que podrían generarse a través de los impuestos y el revés que supondría para el narcotráfico, "en particular para los carteles al sur de la frontera donde nuestros hermanos mexicanos han sufrido un total desastre con más de 100.000 personas muertas".

Del lado contrario, el portavoz de la campaña "No On Prop. 64", Luis Alvarado, afirmó en una conversación con Efe que "los sondeos en California, por mucho tiempo, estaban a favor de la proposición" porque la población considera que la marihuana "ya es legal" por serlo para uso médico.

"Pero cuando la gente se empieza a dar cuenta, como lo han hecho en las últimas semanas, de lo que propone la Proposición 64 y cómo amplía su uso, cómo afectaría y quién ganaría dinero a costa de quién, empieza a bajar el apoyo", señaló Alvarado, quien afirmó que la carrera "se ha cerrado bastante"

"Cuando los proponentes dicen que la venta en el mercado negro va a disminuir o desaparecer, en Colorado en realidad se vio el efecto contrario", dijo Alvarado que alerta del aumento de la criminalidad relacionada con la marihuana en Colorado tras la legalización.

Para Alvarado, detrás de la regulación de la marihuana hay intereses económicos que desean hacer negocio con la comercialización del cannabis y que esperan crear "un nuevo grupo de consumidores".