Nueva York, 15 mar (EFE).- Wall Street terminó la semana con una jornada positiva gracias en buena parte al efecto Boeing, que ha conseguido rebotar y registrar importantes ganancias después de varios días de caída en picado por el accidente aéreo de Etiopía y las dudas que suscitó sobre el modelo 737 MAX 8.

El Dow Jones de Industriales, que agrupa las 30 compañías más importantes del parqué neoyorquino, ascendió este viernes un 0,54 por ciento, ayudado en parte por el empuje de Boeing, que hoy por fin subió un 1,52 por ciento y se situaba como el segundo mayor beneficiado de la jornada de este índice.

La compañía aeronáutica empieza así a recuperarse de la fuerte caída registrada esta semana después de que un avión 737 MAX 8 se accidentara el domingo en Etiopía al poco de despegar en circunstancias muy parecidas a las de un accidente de Lion Air hace unos 5 meses.

El suceso ha llevado a que, gradualmente, las autoridades de aviación de todo el mundo ordenaran el cese de actividades de estos aviones ante el temor de que la causa de ambos accidentes sea un fallo en el sistema del nuevo modelo, que ya había sido criticado anteriormente por varias asociaciones de pilotos.

Pese al rebote de hoy, Boeing se ha depreciado esta semana un notable 10,31 por ciento, una bajada que los analistas apuntan han aprovechado hoy los inversores para comprar acciones a un menor precio.

También impulsaron la jornada de hoy, en la que el S&P 500 subió un 0,50 por ciento y el Nasdaq un 0,76 por ciento, las renovadas esperanzas de que el esperado acuerdo en materia de comercio entre EE.UU. y China está a la vuelta de la esquina.

Los medios de comunicación chinos afirmaron que el viceprimer ministro de China, Liu He, mantuvo conversaciones telefónicas con el secretario del Tesoro de EE.UU, Steve Mnuchin, en las que se consiguieron concretar más detalles sobre el acuerdo.

La nueva información sale a la luz un día después de que cadenas de televisión estadounidenses especializadas apuntaran a la posibilidad de que las autoridades chinas aprovecharan un viaje oficial a EE.UU. para firmar el pacto en público.

De lograrse el acuerdo, se eliminarían las tensiones que se han producido entre los dos países en los últimos meses, que se desataron con la imposición de nuevos aranceles sobre productos chinos que ordenó el presidente de EE.UU., Donald Trump, y al que Pekín respondió con medidas similares.