Washington, 21 jul (EFE).- Estados Unidos impuso hoy sanciones a un hombre de negocios de El Líbano y tres líderes del grupo chií libanés Hizbulá por su «papel clave» en la guerra civil en Siria, en la que lucha de parte del régimen del presidente Bachar al Asad.

Los sancionados son el responsable de las operaciones militares de Hizbulá en Siria, Mustafa Badr Al Din; los generales del alto cuerpo militar del grupo chií Ibrahim Aqil y Fu’ad Shukr; y el empresario Abd Al Nur Shalan, que ha proveído a Hizbulá de armas durante 15 años, según un comunicado del Departamento del Tesoro.

Con esta designación, el Departamento del Tesoro congela todos los activos que estas personas puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y prohíbe a los ciudadanos estadounidenses realizar transacciones financieras con ellos.

«Estas sanciones lo dejan claro, Estados Unidos continuará persiguiendo activamente a Hizbulá por sus actividades terroristas en todo el mundo, así como por su continuo apoyo en la despiadada campaña militar de Assad en Siria», advirtió Adam J. Szubin, subsecretario de Terrorismo e Inteligencia Financiera del Tesoro.

Según especificó el Departamento del Tesoro en su nota, EEUU considera a Mustafa Badr Al Din como el líder de las operaciones militares de Hizbulá en Siria desde el comienzo del conflicto, en 2011, y lo señala como el promotor del envío de combatientes del grupo chií desde El Líbano hasta Siria para apoyar al régimen sirio.

De hecho, según el Gobierno de EE.UU., Mustafa Badr Al Din mantenía reuniones semanales para lograr una coordinación estratégica con el líder de Hizbulá, Hassan Nasrallah, al que además acompañaba en unas reuniones celebradas frecuentemente en Damasco.

Otro de los sancionados, Ibrahim Aqil, forma parte del cuerpo militar más alto de Hizbulá, el Consejo de la Yihad (guerra santa), y jugó «un papel vital» en la campaña militar de la organización para apoyar al régimen de Al Asad, según el Departamento del Tesoro.

Además, Aqil ha recibido varias ordenes de búsqueda y captura de la Interpol por su largo apoyo a Hizbulá, que incluye su participación en la toma de rehenes de dos alemanes a finales de 1980 y una campaña de bombardeos en París en 1986.

Según EE.UU., el tercer líder de Hizbulá sancionado, Fu’ad Shukr, también formaba parte del alto grupo militar del Consejo de la Yihad y ha participado activamente en la campaña militar siria, ayudando a las tropas de Al Asad en batallas vitales contra la oposición siria.

Por último, el Ejecutivo estadounidense acusa al empresario Abd Al Nur Shalan de haber ayudado a Hizbulá a pasar desde El Líbano a Siria cientos de armas tanto para sus militantes como para otros combatientes, favorables al régimen de Al Asad.

Estados Unidos sostiene que Hizbulá, que figura desde hace años en su lista de organizaciones patrocinadoras del terrorismo, comenzó a proveer apoyo militar, entrenamiento y ayuda logística al régimen de Bachar al Asad para reprimir a los grupos opositores desde el comienzo del conflicto.

Con la ayuda de Hizbulá, el Ejército sirio consiguió recuperar el control de la planicie de Al Zabadani, que abarca unos 60 kilómetros cuadrados, cerca de la frontera con el Líbano, informaron medios oficiales de Siria y activistas en el interior del país.