Buenos Aires, 19 sep (EFE).- Supervivientes al régimen militar instalado en Argentina entre 1976 y 1983 y activistas de derechos humanos en el país suramericano aplaudieron este martes la "luz de esperanza" que supone la designación del Museo Sitio de Memoria ESMA como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
La periodista de investigación y escritora Miriam Lewin, defensora del Público en Argentina, explicó a EFE que la declaración conocida hoy en Riad "es un reconocimiento a la memoria, como política de Estado, especialmente relevante en una época en la que abundan los discursos negacionistas o apologistas de la dictadura".
Lewin, de 65 años, fue secuestrada durante la dictadura y torturada precisamente en este centro de detención que era la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
En su opinión, este lugar "adquiere un rol fundamental como símbolo de los crímenes de lesa humanidad cometidos bajo el régimen militar", ya que "secuestros, torturas, violaciones, robo de bebés, que aún están siendo juzgados, son reivindicados o justificados en una discusión que ya parecía estar saldada a 40 años de democracia".
"Junto con Auschwitz, en Polonia, y la isla Robben, en Sudáfrica, el centro clandestino de detención, tortura y exterminio se consolida y crece como una de las expresiones de la barbarie de un autoritarismo mesiánico que no debe volver", concluyó citando tres lugares unidos por atentados contra la vida humana: el Holocausto, el 'apartheid' y los crímenes de lesa humanidad cometidos en la dictadura.
Por su parte, Margarita Cruz, integrante de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD), subrayó a EFE lo "extremadamente importante" de la declaración de la exESMA como Patrimonio de la Humanidad, porque es "la representación simbólica y material de lo que fue el genocidio en este país".
"Es también emocionante despertarnos y tener esta noticia porque realmente nos abre una luz de esperanza para seguir transmitiendo la memoria a los jóvenes y nuevas generaciones que no tuvieron o no pudieron leer lo que sucedió en los años 60 y 70", comentó.
Superviviente del Operativo Independencia (1975), que tuvo lugar en Tucumán en los tiempos previos a la dictadura, pero ya regidos por el terror, aún bajo el gobierno de María Estela Martínez de Perón, Cruz reclamó que "ningún represor quede sin juzgar" y que "ningún represor tenga su impunidad biológica ante los crímenes perpetuados en ese lugar".
"Quiero recordar también que, cuando los represores eran amparados en las leyes de impunidad, la Audiencia Nacional (española) recibió a los sobrevivientes y familiares donde denunciamos los crímenes de lesa humanidad. Fue una gran ayuda para abrir un sendero más de resistencia ante la impunidad", detalló.
Además, el presidente de la Asociación Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Guillermo Torremare, calificó de "valladar infranqueable frente a manifestaciones negacionistas" la designación de la ex-ESMA como lugar patrimonial de la humanidad, que celebró, en nombre de su agrupación.
"Al tiempo, tributa de manera especial y contundente a la lucha por la construcción de la Memoria, el reconocimiento de la Verdad y la consagración de la Justicia", aseveró a EFE.
El Museo Sitio de Memoria ESMA, que este martes fue incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, se convirtió en el duodécimo sitio con esta categoría dentro de Argentina.
La antigua Escuela de Mecánica de la Armada, uno de los mayores y más siniestros centros de detención durante la última dictadura (1976-1983), fue convertida en Espacio de la Memoria en mayo de 2015, durante el Gobierno de Cristina Fernández (2007-2015).
Secuestros, torturas, violaciones y robos de bebés fueron parte de la macabra historia de este predio, que fue transferido en 1924 por el municipio de Buenos Aires a la Marina y que, en la dictadura, fue uno de los puntos de origen de los siniestros "vuelos de la muerte".
Augusto Morel