Río de Janeiro, 6 oct (EFE).- El trío inglés Muse, la banda estadounidense Imagine Dragons y la canadiense Nickelback, exponentes de ritmos alternativos de rock, cerraron este domingo el telón el Rock in Río tras siete jornadas de conciertos en Río de Janeiro, la ciudad natal del festival.

El trío inglés, cuyo rock varía entre el indie y el progresivo, presentó en esta ciudad brasileña la gira de promoción del disco "Simulation theory" (2018), por lo que dejó al público con ganas de escuchar varias de sus canciones más conocidas, principalmente Resistance.

Sin embargo, Muse, que se presentó en el Rock in Río de esta ciudad en 2013, ofreció un concierto futurista, rico en luces de neón y efectos visuales, así como con un grupo coreográfico, y supo agradar con algunas de sus últimas canciones, como "Algorithm", "Pressure" y "Psycho", con las que comenzó su presentación.

El trío integrado por Matt Bellamy (cantante, guitarra y teclados), Dominic Howard (batería y percusión) y Christopher Wolstenholme (bajo y coro) supo multiplicarse por varios en una presentación que alcanzó su mayor acercamiento con el público cuando cantó canciones más conocidas como "Uprising", "The dark side" y "Unsustainable y cuando dejó para el final "Knights of Cydonia".

La penúltima en presentarse fue Imagine Dragons, con su rock que transita desde el indie hasta el mainstream y con referencias al rap y al blues, que inició su concierto con "Believer", una de sus canciones más conocidas, lo que le garantizó la inmediata identificación con el público.

El cantante de la banda nacida en Las Vegas en 2009, Dan Reynolds, que conversó con el público en varias oportunidades, se ganó aún más a los brasileños tras relatar que su padre vivió en Río de Janeiro, que le inculcó el amor por el país y la Canarinha, y que en su casa vivían como si fuesen una familia brasileña.

Imagine Dragons, con un público fiel en el país tras haber pasado por las ediciones del Lollapalooza de 2014 y 2018, que ya acumula un Grammy y nueve Billboard y que Spotify la ubica como una de las más escuchadas del mundo, ofreció un largo concierto con 25 canciones, con las que hizo un repaso de toda su carrera.

El grupo dejó "Demons", "Walking the wire", "On top of the word", "Radioactive" y "Long" para el final del concierto, con lo que se despidió con el público pidiendo más.

La canadiense Nickelback, que se había presentado en la edición del festival de 2013 y una de las bandas más tocadas en las radios brasileñas de entre las de esta edición, mostró su estilo posgrunge romántico que le garantizó la venta de 50 millones de discos.

El cuarteto liderado por el cantante Chad Kroeger, que conversó animadamente con el público durante todo el tiempo, aprovechó la presentación para promover el disco Feed the Machine, lanzado en 2017, aunque incluyó en el repertorio varias de sus canciones más famosas y conocidas en Brasil.

Kroeger, aparentemente recuperado de los quistes que le fueron diagnosticados en la garganta, distribuyó los mayores éxitos de la banda al comienzo ("Photograph"), el medio ("Someday") y al final del concierto ("How you remind me"), y aún cantó su versión de "Sad but true" (Metallica).

La última noche del Rock in Río contó con dos representantes portugueses en el Palco Sunset, un escenario secundario utilizado para experimentaciones musicales y para promover bandas menos conocidas.

La cantante portuguesa Carolina Deslandes hizo un concierto conjunto con el trío brasileño de hermanos Melim (Gabriela, Rodrigo y Diogo), y el grupo luso Capitao Fausto se presentó con la banda brasileña O Terno, con el que comparte un estilo con influencia psicodélica de las décadas de 1960 y 1970.

El Palco Sunset también contó con la presentación inédita de la banda británica de rock progresivo King Crimson, que en 51 años de historia nunca había pasado por Brasil.

El grupo, influencia de bandas como Yes y Génesis, exhibió su rock mezclado con jazz con largos solos instrumentales y hasta una batalla con tres baterías.

Los conciertos en el palco principal de esta noche los abrió Paralamas do Sucesso, una de las bandas brasileñas de rock con mayor renombre internacional.

El trío liderado por Herbert Vianna, con 37 años de carrera y cuatro presentaciones en el Rock in Río, incluyendo la edición inicial (1985), presentó varios de sus mayores éxitos pese a que actualmente realiza la gira de promoción de su último disco.

Con Muse, la vigésima edición del Rock in Río y octava en esta ciudad brasileña llegó a su fin tras siete jornadas de conciertos en que fueron ofrecidos 300 shows en siete palcos y que atrajeron a un total de 700.000 espectadores.

El festival comenzó el pasado fin de semana con tres jornadas en que se presentaron grupos como Bon Jovi, Drake, Weezer y Goo Goo Dolls. Esta semana las principales atracciones fueron Red Hot Chili Peppers, Iron Maiden, Scorpions, Black Eyed Peas y Pink.

Rock in Rio, considerado como el mayor evento de música y entretenimiento del mundo, ha ofrecido, en 34 años de vida y 20 ediciones en Río, Lisboa, Madrid y Las Vegas, 119 días de conciertos y 2.338 atracciones musicales, vistas por unos 10,2 millones de espectadores.

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