Guadalajara (México), 4 dic (EFE).- El escritor cubano Leonardo Padura, premio Princesa de Asturias, defendió este viernes la visión universal de la literatura, aunque surja de una historia personal o de una nacionalidad.

"Tratamos de cumplir ese mandato clarividente de Miguel de Unamuno de hallar lo universal en las entrañas de lo local y en lo circunscrito ilimitado, lo eterno. Desde una historia personal se puede tener una visión universal porque hay un elemento, la pertenencia a la condición humana", señaló el autor.

Padura y el novelista mexicano Gonzalo Celorio protagonizaron en la Feria del Libro de Guadalajara la conferencia "Las caras de la identidad", en la que coincidieron en que después del llamado 'boom' latinoamericano, la literatura en el continente huyo de los nacionalismos.

"A partir del 'boom', la problemática de la identidad ha quedado superada, relegada, ya no es el propósito fundamental de nuestras expresiones literarias. Después de leer a Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y a Gabriel García Márquez, no necesitamos ningún pasaporte para circular por el mundo con toda legitimidad", indicó.

En uno de los encuentros de la Feria de Guadalajara, que transcurre de manera virtual, Padura y Celorio hablaron sobre la mirada más allá de Cuba y México de sus novelas más recientes.

Padura se extendió sobre la universalidad de "Como polvo en el viento", que toca el tema de la emigración en Cuba desde el punto de vista humano, con énfasis en un valor recurrente en la obra del autor habanero.

"Si tengo algún elemento en lo que no he hecho apostasía ha sido en determinadas religiones y una de esas es el culto a la amistad. Una de las grandes ganancias que tenemos los humanos y que nos distingue de otras especies no es solo escribir novelas, sino relaciones de amistad que nos pueden salvar", señaló.

Celorio habló sobre "Los Apóstatas", tercera obra de una saga familiar que recorre países como España, Cuba y Nicaragua, con México como punto de partida.

"Soy escritor mexicano, aunque tenga afinidades cubanas y españolas. Uno tiene una identidad cultural, pero esa identidad en términos de la literatura ha quedado relegada a un segundo plano", insistió.

A pesar de insistir en la visión más allá de lo nacional, los dos autores aceptaron el apego a sus ciudades de origen, Padura a La Habana, donde transcurren la mayoría de sus novelas; Celorio a la Ciudad de México, una urbe que calificó de inabarcable, por lo cual los escritores solo pueden escribir de ellas por regiones.

"Soy un escritor que escribe en habanero. Lo aprendí con mi práctica cotidiana, pero también con la lectura de otros escritores habaneros. Nunca venero en ese sentido suficientemente a Cabrera Infante, quien demostró que era posible tener un habanero literario", concluyó Padura.

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