Madrid, 21 oct (EFE).- El director y dramaturgo Claudio Tolcachir ha adaptado la obra de Benoit Solès, "La máquina de Turing", la historia del hombre que descifró el código Enigma con el que se comunicaban los alemanes en la II Guerra Mundial, al que, tiempo después, la sociedad de la época rechazó por homosexual.

Tolcachir (Buenos Aires, 1975) explicó a Efe este miércoles que hacer una adaptación de la obra de Solès, una versión que obtuvo cuatro premios Molière y que nace del libro de Andrew Hodges "Breaking the Code", ha supuesto "otra manera de contar".

"Es una versión propia de este grupo, determinada por otro tipo de actuación y por los actores con los que he querido trabajar", en este caso Daniel Grao y Carlos Serrano.

Una adaptación que se representará del 22 de octubre al 15 de noviembre de 2020 en los Teatros del Canal de Madrid, y que poco tiene que ver con la película "The Imitation Game", de Morten Tuldum.

Alan Turing es considerado el padre de la informática y la inteligencia artificial, logró descifrar el código de la máquina Enigma, empleada por Alemania para sus comunicaciones seguras durante la II Guerra Mundial, lo que propició que los nazis perdieran la contienda.

"Me conmueve que alguien vea lo que el resto no puede ver", señaló Tolcachir. "Cuando hablas de Turing, hablas de una persona diferente, con una fuerte vocación", un hombre solitario, incluso "soberbio".

La obra relata cómo después de denunciar un robo en su casa, por su aspecto poco convencional, Turing pasa de ser víctima a ser condenado por homosexual y a tener que someterse a una castración química, durante dos años, hasta que murió, en 1954, al comer una manzana envenenada, que él mismo había rellenado con cianuro, a los 41 años.

La historia de Alan Turing, al que la sociedad aparta y sepulta por su condición sexual, olvidando sus logros científicos, permite, según Tolcahir, preguntarnos si aún hoy como sociedad "nos hacemos cargo de las injusticias. Hasta qué punto seguimos apartando a los diferentes o a los que piensan distinto".

Su tendencia al optimismo le permitió argumentar que en muchos sentidos "la sociedad ha evolucionado. Creo que hoy el mundo está más abierto. Pero es posible que aparezcan otros lugares de prejuicio".

Daniel Grao se mete en la piel de Alan Turing, un personaje al que, según desveló, el espectador va a querer "abofetear, abrazar y comprender". "Intento -añadió- dar una explicación de cómo la denuncia de un robo arrastra una vida" hasta la muerte, a pesar de vivir con pasión su profesión.

"Un viaje humano muy particular" de una persona incomprendida, con un marcado carácter desde su infancia, reseñó el actor.

Desde su perspectiva consideró que "hay algo místico" en la decisión de Turing de quitarse la vida "algo ingenuo. La vida de un hombre que vive con pasión su vocación, que no ha desterrado al niño porque lo lleva dentro", afirmó Grao.

Carlos Serrano interpreta al sargento Ross, un personaje que a pesar de su condición va indagando en la personalidad de Turing, "quizá no le llega a comprender, pero no le prejuzga. En él va creciendo la curiosidad hasta llegar a empatizar con él".

Tolcachir no sabe qué puede aportar la historia de Turing a la sociedad de hoy, pero le emociona "hablar de alguien que no pudo abrir su ser a su tiempo".

Inmaculada Tapia

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