El secretario de Estado de EE.UU. Antony Blinken y la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, durante la reunión del G7 en Muenster (Alemania). EFE/EPA/ANDREAS RENTZ / POOL

Berlín, 4 nov (EFE).- La reunión ministerial del G7, el grupo de las potencias más industralizadas, abordó hoy en un formato reducido a cuatro miembros - Estados Unidos, Francia, Alemania y Reino Unido - los temas considerados "más sensibles", entre ellos la guerra en Ucrania.

La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, anfitriona de la reunión por ejercer Alemania la presidencia de turno del grupo, se reunió con sus colegas estadounidense -Antony Blinken-, francesa -Catherine Colonna- y británico -James Cleverly- antes de la reunión plenaria del G7.

El objetivo de la reunión era tratar entre estos cuatro grandes aliados internacionales cuestiones como la ayuda a Ucrania, ante la escalada de ataques rusos a infraestructuras críticas e instalaciones energéticas de ese país, así como las amenazas de Moscú respecto al armamento nuclear.

El presidente ruso, Vladímir Putin, reiteró estas advertencias tras sostener que Kiev, por su parte, estaba preparándose para utilizar una "bomba sucia" o combinación entre material radioactivo y explosivos convencionales, lo que Ucrania desmiente categóricamente.

Baerbock había anunciado el jueves, en la apertura de la reunión, un plan de acción coordinado en el G7 -grupo que completan Canadá, Japón e Italia, junto a los mencionados- para garantizar ayuda logística a Ucrania de cara al invierno.

Asiste a la cita por parte de la Unión Europea (UE) su alto representante en Política Exterior, Josep Borrell, quien llamó hoy a los países occidentales a evitar una mayor dependencia de China, aunque consideró que el caso del gigante asiático no es "comparable" con Rusia.

"Está claro que China está consolidando una nueva era en política exterior y en política interior. Está llevando a cabo una línea mucho más asertiva", afirmó el jefe de la diplomacia europea, en declaraciones al canal público alemán Phoenix.

"Debemos reducir nuestra dependencia, tenemos que tener en cuenta nuestras vulnerabilidades", añadió Borrell ante ese medio, para advertir a continuación de que "no podemos poner en el mismo nivel a China y a Rusia".

La reunión de ministros de Asuntos Exteriores, que se celebra en Münster (oeste de Alemania) es la última cita de especial relevancia en la presidencia de turno alemana del G7, que pasará el relevo a Japón.

La conferencia se cerrará este viernes, con Ucrania, así como las relaciones con China y las protestas en Irán como temas más relevantes.

La agenda del G7 en esta segunda jornada se centrará en la represión de las protestas en Irán y en la petición por parte de Washington de expulsar a Teherán de la comisión de derechos de la mujer de la ONU, según informaron medios alemanes.

Además, según adelantó Baerbock, el viernes participarán en las deliberaciones los ministros de Exteriores de varios países africanos para debatir su posible contribución a la diversificación del suministro energético a nivel internacional y otras cuestiones estratégicas.

Acompañarán el encuentro varias manifestaciones en las calles de Münster, entre ellas una convocada por Fridays for Future para protestar contra el cambio climático y otra para solicitar más apoyo a los manifestantes iraníes.

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