Las Vegas (EEUU), 15 dic (EFE).- El legendario Pete Rose, líder de todos los tiempos en imparables dentro de las Grandes Ligas, dio hoy una conferencia de prensa en la que valoró la decisión del comisionado Rob Manfred de mantenerle apartado de por vida del cualquier actividad dentro del deporte pasatiempo nacional.

Rose, que fue prohibido del béisbol en 1989 después de una investigación de la liga por sus apuestas, solicitó el reintegro por segunda vez el pasado febrero. Manfred asumió el cargo de comisionado de las Grandes Ligas en enero.

Por casi 15 años después de ser prohibido, Rose negó que apostaba en el béisbol. En 2004, cambió de parecer y dijo que lo hizo sólo cuando era piloto de los Rojos de Cincinnati.

"Entiendo la posición del comisionado por la decisión que tomó en torno a mi petición de reintegrarme dentro del deporte que lo ha sido todo en mi vida", declaró Rose en la rueda de prensa ofrecida en Las Vegas. "Se que le puse en una situación muy complicada".

Rose dijo sentirse triste por la decisión que le mantiene apartado del deporte del béisbol, porque estaba convencido que con su vuelta hubiese podido ayudar muchísimo, especialmente a enseñar a los profesionales que están ahora en activo a no cometer los errores en los que él mismo se vio implicado.

"Mi experiencia sería de gran utilidad para ayudar a profesionales a que marchen por el buen camino y sepan superar situaciones que tal vez no les sean las más favorables", destacó Rose, que se pasa los días firmando autógrafos en Las Vegas.

Rose, de 74 años, recordó que durante 26 años lo dio todo dentro del deporte del béisbol y que otros 26 ha estado fuera, pero siempre con el apoyo de su familia y de los seguidores que nunca le han dado la espalda.

El legendario extoletero reiteró que era una buena persona, que amaba el deporte del béisbol por encima de todo, que consideraba que tenía el derecho a estar junto a los grandes de todos los tiempos en el Salón de la Fama y de los compañeros con los que logró los éxitos y ya lo consiguieron.

"Soy un amigo del béisbol más que un extraño y tengo la esperanza de llegar al Salón de la Fama, una oportunidad que sería maravillosa, porque creo que toda mi vida deportiva fue de ese nivel", subrayó Rose, que también bromeó cuando dijo que hasta podía ser comisionado de las Grandes Ligas y hacer una excelente labor por todo lo que sabe del deporte del béisbol.

Mientras pueda llegar la oportunidad de entrar al Salón de la Fama, Rose seguirá firmando autógrafos que le permitirán vivir sin ningún tipo de problema económico y además seguir unido al deporte del béisbol, aunque sea desde fuera.

"Eso es lo más importante, que el béisbol siempre ha formado parte de mi vida y lo seguirá haciendo hasta el final", destacó Rose que firma autógrafos con frases como "Hits 4.256. Esteroides 0", en clara referencia que su trayectoria deportiva fue intacta y limpia.

Precisamente eso es lo que se cuestiona en la "doble moral" que se da dentro del mundo del deporte del béisbol con peloteros que claramente ha quedado demostrado que sus logros los consiguieron en parte por el consumo de substancias prohibidas como los esteroides y las hormonas de crecimiento humano, y siguen sin estar vetados.

De hecho toda esa serie de peloteros encabezados por Barry Bonds, Mark McGwire, Sammy Sosa, Alex Rodríguez y Roger Clemens, entre otros, los llamados reyes de la era de los esteroides, que prácticamente minaron el deporte con sus estadísticas artificiales son recibidos con los brazos abiertos.

El caso más llamativo es ver a Bonds, líder de todos los tiempos en jonrones (762), una marca con asterisco por su consumo de esteroides, dentro de unos cuantos meses empezará en su nuevo empleo de entrenador de bateo con los Marlins de Miami con la aprobación de los mismos directivos que prohíben la vuelta de Rose.

Los mismos que también aceptan los juegos de fantasía al sostener que no son apuestas, lo cual causa la misma incredulidad que cuando Rose insistía en que no apostó al deporte del béisbol.

Pero las Grandes Ligas tienen un interés económico en los juegos de fantasía, que representan la misma clase de amenaza a la integridad moral del deporte que las apuestas que Rose hacía en los juegos de los Rojos.

Todo eso es lo que Rose no comprende, la "doble moral" que se da en su caso que al final considera que ya no tiene sentido mantenerlo apartado de la actividad del béisbol profesional con el argumento que es una "amenaza" para la integridad del deporte como sugiere el comisionado Manfref en su decisión, cuando hay otros mayores y más peligrosos que se encuentran amparados por la legalidad.

Rose superó al legendario Ty Cobb como el líder de imparables de todos los tiempos el 11 de septiembre de 1985 al conseguir el número 4.192 y concluyó su carrera profesional con la nueva marca de todos los tiempos que es de 4.256 indiscutibles después de haber jugado 23 temporadas como profesional y tres de entrenador.