Asunción, 1 dic (EFE).-El fútbol playa sigue hablando portugués con la victoria este domingo de Portugal frente a Italia (4-6), en un Mundial en el que se rompió la hegemonía de Brasil, pentacampeona y que partía como gran favorita de la cita FIFA de Paraguay, la primera celebrada en un país sin salida al mar.

La paradoja es que "Os lusitanos" cayeron en la fase de grupos frente a Brasil, a la que Portugal ya había eliminado en 2015, cuando consiguió su primer título del mundo, en la final contra Tahití.

En este Mundial, Brasil no ha pasado de cuartos, al perder ante la poderosa y dos veces campeona Rusia, luego eliminada por Italia.

Precisamente ha sido contra Italia cuando se ha visto la mejor versión de Portugal, con una superioridad clara sobre los azzurri, despuntando el veterano Jordan, con tres dianas, o Leo Martins, con dos.

Consagración también para el arqueo Andrade, Guante de Oro de este Mundial FIFA 2019 jugado en tierras guaraníes.

Fue el colofón de un torneo en el que Portugal hizo uso de un fútbol recio e inapelable para deshacerse de rivales de menor enjundia como Nigeria (12-1), Omán (3-1) y Senegal (4-2).

En el ínterin quedó esa derrota ante Brasil (9-7), un resultado que no anticipaba la posterior trayectoria de las dos selecciones, una con la corona, su segunda, y la otra destronada.

Sin embargo, no le fue fácil a Portugal doblegar este sábado a Japón, que llegó invicto a semifinales y forzó la fase de penaltis tras terminar la prórroga con un empate a tres goles.

Pero ahí brillaron bazas portentosas de los lusos como los hermanos Be y Leo Martins, con dos y un gol, respectivamente, contra los Samuráis.

Dentro de un equipo que tuvo su mayor virtud en su eficiencia como bloque, como apuntó Be Martins tras ese encuentro contra los nipones.

"Esa no es una victoria de los hermanos Martins, sino de Portugal. Sin la confianza del equipo, ninguno podría lograr nada. Esa es nuestra virtud: todos compartimos responsabilidades y cumplimos", dijo el defensa.

Una filosofía que se cumplió con creces este domingo en el estadio Los Pynandi, o píe descalzo en guaraní, el ancestral idioma hablado en Paraguay, y ante un Italia que venía de tumbar al verdugo de Brasil, Rusia, que se hizo con el bronce en este Mundial.

Pero los italianos acusaron el esfuerzo de ese partido y en especial su goleador, Gabrielle Gori, que no marcó ninguna diana, pese a lo cual se erigió en el máximo artillero del torneo, con 16 tantos.

Los lusitanos, por su parte, se agigantaron con la puntería de Jordan, el motor de los portugueses en la final, y un Andrade que fue un valladar y paró un penalti a Gori.

Portugal se aposenta así sobre un trono que había dejado vacante Brasil cuando cayó ante Rusia en cuartos.

Todo un jarro de agua fría para la Canarinha, la potencia mundial, que se ha llevado cinco de las diez ediciones del Mundial de Fútbol Playa organizado por la FIFA, la última en 2017 en Bahamas, que ganó ante Tahití, la eterna secundaria.

Con esos antecedentes nadie dudaba de que Brasil estaba en Paraguay para llevarse un sexto Mundial.

Y es que los brasileños se pasearon ante Omán (8-2) y Nigeria (12-2), y en medio se impusieron a Portugal, en el único choque en el torneo entre dos campeones del mundo.

Los cuartos, a vida o muerte, no perdonaron a la Canarinha, con una Rusia implacable (4-3) que apeó a la hasta entonces vigente campeona de un Mundial por el que ha pasado con más pena que gloria.

La próxima edición del Mundial de Fútbol Playa FIFA será en Moscú, en 2021, ya que desde 2011 se celebra cada dos años.

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