Bangkok, 19 may (EFE).- Miles de aficionados se echaron hoy a las calles de Bangkok para celebrar la Premier League inglesa del humilde Leicester City, propiedad del magnate tailandés Vichai Srivaddhanaprabha, una de las personas más acaudaladas del país.

Los jugadores, subidos en un autobús sin techo, recorrieron por algunas de las avenidas más importantes de la capital, donde una gran cantidad de seguidores tailandeses salieron a saludar a la plantilla y ver el trofeo que gobernaba la cabalgata.

"Todos (los tailandeses) deberían estar orgullosos de este título logrado por un equipo que pertenece a un compatriota", declaró a Efe Nattawut Chuacharoensak, aficionado de 26 años, que desafió un sol de justicia para poder animar a sus ídolos.

Ataviados con las camisetas azules, en muchos casos falsificaciones porque las chamarras oficiales se agotaron hace meses, los aficionados apodados cariñosamente como "Siamese Foxes" añoraron a las estrellas que no han podido venir al país asiático.

El argelino Riyad Mahrez, declarado mejor jugador esta temporada en la competición inglesa, Nathan Dyer y Daniel Amartey no han viajado a Tailandia con el equipo.

Tampoco lo han hecho, el centrocampista Danny Drinkwater y el delantero Jamie Vardy, porque están convocados con la selección nacional inglesa, y el francés, N'Golo Kanté, que hará lo propio con el combinado francés.

"Este logro hace que Tailandia sea aún más conocido en el mundo. Es un orgullo ser del Leicester", apuntó Vuthipan Thessomboon.

Vichai, quien compró el Leicester en 2010, posee, entre otros negocios, la concesión en exclusividad para administrar las tiendas de los aeropuertos de Tailandia, un comercio rentable que le ha valido una fortuna estimada en 2.900 millones de dólares.

"Vichai ha logrado que los jugadores dejen de jugar por dinero y lo hagan por el corazón, esa es la razón por la que ganaron. Vichai es una persona con muy buen karma", señaló Sonpon Huachaiper, en referencia a la creencia budista de que la energía deriva de los actos de las personas.

El propietario, budista practicante, suele llegar en helicóptero al estadio del City y se ha llevado hasta la ciudad inglesa a varios monjes con el propósito de bendecir el estadio y a los jugadores.

El año pasado, el Leicester viajó a Tailandia para celebrar la permanencia en la máxima categoría del fútbol inglés, una gira que terminó en polémica.

Tres jugadores de la plantilla, entre ellos James Pearson, hijo del por entonces entrenador del club, organizaron una orgía en la habitación del hotel donde se hospedaban en Bangkok.

El vídeo sexual, en el que se recoge un trato vejatorio y racista de los jugadores con las mujeres tailandesas que les acompañaban, se filtró a los medios y los deportistas acabaron despedidos.

Durante la presente gira, Aiyawatt Srivaddhanaprabha, hijo de Vichai y vicepresidente del club, exigió a los jugadores buen comportamiento.

En julio de 2015, el "mister" Nigel Pearson dejó el conjunto por discrepancias con la directiva, que optó por contratar al veterano Claudio Ranieri, exentrenador de Valencia y Chelsea, entre otros clubes.

Los apasionados del fútbol en Tailandia suelen optan por seguir las grandes ligas europeas, en especial la Premier inglesa, en lugar de la competición nacional.

A medida que el Leicester se afianzaba en lo alto de la tabla jornada a jornada, los tailandeses se despojaban de sus colores para cambiarlos por el azul oscuro del City.

"Hasta esta temporada era seguidor del Liverpool, pero ahora apoyo al Leicester porque su dueño es tailandés", asegura Jirapat Yoosabaay.

Otros magnates tailandeses también decidieron dejarse un buen pellizco de sus ahorros en comprar un equipo inglés, pero ninguno de ellos ha logrado el éxito de Vichai.

El exprimer ministro Thaksin Sinawatra sólo duró una temporada (2007-2008) como propietario del Manchester City, mientras los empresarios Narin Niruttinanon (Reading) y Dejphon Chansiri (Sheffield Wednesday) se encuentran en la segunda categoría del fútbol inglés.

El Leicester City, que iniciaba la temporada con el objetivo de la permanencia, grabó su nombre en la historia del fútbol inglés con la consecución de la Premier.

Y el año que viene este modesto club, afincado en una población de 337.000 habitantes, se la verá con algunos de los mejores conjuntos de Europa en Champions League, competición para la que ya ha recibido la bendición del monje tailandés Phra Prommangkalachan.