Monroe.- Ocho años necesitó Stuart Antonio Ortiz para llegar a ser un Águila en los Boy Scouts, máximo rango que puede alcanzar alguien en una tropa de "niños exploradores".
Este charlotteano, hijo de los mexicanos Norma Recillas y Martín Ortiz, necesitó de toda una carrera de esfuerzo y disciplina para recibir este ascenso, presentado el 6 de agosto en la iglesia First Presbyterian Church, en Monroe.
Más de 50 familiares y amigos acompañaron a Stuart durante su reconocimiento, el cual considera el más importante de su carrera y se lo atribuye a una persona en especial.
"A mi hermano Óscar, porque sin él, yo no podría estar aquí, la única razón por la que estoy aquí", señaló el ahora Scout Águila.
Convertirse en Águila es el sexto escalón de Stuart como Scout, desde que inició como principiante cuando cumplía 11 años y finalizaba quinto elemental. Estos son los requisitos mínimos que exigen estas organizaciones para iniciar como Cub Scout.
La educación es un pilar fundamental en la carrera de un Boy Scout, como lo asegura el colombiano Jorge Giraldo, quien no solo ha sido parte de la vida de Stuart como Boy Scout.
Al ser maestro de secundaria en Union Academy en Monroe, ha estado al lado de Stuart y su familia, apoyándolos desde la educación.
"Gracias a Dios tuve la oportunidad de compartir con esta familia aproximadamente los últimos seis… ocho años como traductor de su familia en las reuniones de la escuela. Con algunos de ellos en las clases mías de español y siempre estando muy de cerca con los tres hermanos", aseguró Giraldo.
Precisamente este maestro antioqueño (originario de Antioquia, Colombia) ve a Ortiz como un referente al que su hijo Tomás, también Boy Scout, ve como ejemplo en este camino.
"Yo veo en él que tiene mucha energía y le gusta hablar con las personas, me gusta que es amable con todas las personas".
Stuart se convirtió en Águila Scout después de ganar 21 medallas al mérito y de desarrollar, con planificación y ejecución, un proyecto de servicio comunitario.
Por: José Miguel Morales