Charlotte.- Con la asistencia de más de 5,000 personas, tuvo lugar en el Coliseo Bojangle’s de esta ciudad, la celebración por el 482 aniversario de las apariciones de la Virgen de Guadalupe al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac en 1531.
La tradicional conmemoración se organiza desde el año 1995 en la ciudad de Charlotte.
El evento, que precedió a la ceremonia religiosa, comenzó con la actuación de varias agrupaciones de danzas, que representaron bailes típicos mexicanos.
También se realizó un desfile de banderas, en el que estuvieron incluidos todos los países del continente americano.
Además, el grupo de teatro de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, puso en escena las apariciones de la Virgen ante el indio Juan Diego y su tío.
“Estamos muy satisfechos con el trabajo que realizaron todos los voluntarios para que la celebración sea un exito”, dijo a Qué Pasa-Mi Gente Rigoberto Trejo, organizador del evento y director de comunicaciones de la iglesia organizadora.
Trejo también agradeció el comportamiento del público que asistió a las instalaciones del coliseo.
“La gente cada año se organiza mejor y respeta las restricciones que existen dentro del establecimiento, por eso que queremos agradecerles, por que sin su colaboración sería más complicado realizar eventos de esta magnitud”, aseguró Trejo.
Agradecimiento
“Es la primera vez que vengo a esta celebración, porque le pedí a la Virgen que protegiera a mi hijo y me
cumplió” dijo Aaron Ramírez, originario de Durango, México.
Hace aproximadamente un año atrás, la esposa de Aaron, Alicia Hernández, se encontraba embarazada y con algunas complicaciones de salud.
“Le prometí a la Virgen que si mi hijo nacía sano, vendría a la celebración. Me concedió el milagro, por eso estoy acá”, afirmó Ramírez, mientras sostenía en brazos al niño de tan solo un año de edad.
Reforma migratoria
Durante las casi tres horas de celebración, una de las consignas más escuchadas fue el pedido a la Virgen de Guadalupe para que en el próximo año 2014 se le conceda a millones de hispanos una reforma migratoria que les permita vivir legalmente en el país.
“Espero que la virgencita me haga el milagro de que se dé una reforma migratoria, para poder permanecer aquí y no tener que separarme de mi familia. Hace quince años vivo en Charlotte, tengo una vida, mi trabajo y dos niños. No quiero irme”, dijo José, quien se encuentra en proceso de deportación.