Charlotte.- Sin dinero y sin derecho a ponerse en la lista de pacientes que esperan el trasplante de un órgano por no tener papeles, o necesitan de un tratamiento especial para poder vivir, centenares de inmigrantes enfrentan una difícil encrucijada en un país que no es el suyo.

Así lo vive Darwin Castellanos. Este joven hondureño que pronto cumplirá 21 años, hace ocho meses fue diagnosticado con una insuficiencia cardiaca. Según los médicos que lo han visto, para que él pueda seguir viviendo necesita un trasplante de corazón.

Debido a su situación migratoria, este joven que llegó a Estados Unidos cuando tenía 10 años, no tiene ninguna opción a la vista para salvar su vida y su familia, que es devota, solo se aferra a Dios en espera de que ocurra un milagro.

“Es una situación muy dura para nosotros. Me siento preocupada por mi hijo y sin saber qué hacer para ayudarlo. Creo que Dios es el único que puede hacer algo por él”, expresó a Qué Pasa-Mi Gente, Miriam Martínez, madre de Darwin, su único hijo varón.

Darwin siempre gozó de buena salud, pero esta comenzó a deteriorarse en noviembre pasado cuando terminó hospitalizado en un centro médico al noreste de Charlotte, convencido de que se trataba de un resfriado.

“Me sentía agotado y sin fuerzas. Esa vez solo me dieron unas pastillas que me pusieron peor”, contó el joven a este semanario.

Con vómito, diarrea, fiebre y sin apetito, Darwin finalmente fue trasladado por sus padres al Centro Médico Carolinas (CMC), donde estuvo tres días internado y le dijeron sin darle muchos detalles que tenía un problema en el corazón.

Según el hondureño, fue hasta la visita de control, dos meses después, que se enteró que requería de un trasplante.

“Se dieron cuenta que no tenía seguro ni papeles y que entonces necesitaría de por lo menos medio millón de dólares para entrar en una lista de espera”, comentó.

Desde entonces, la vida para Darwin y su familia no ha vuelto a ser la misma. Dicen que aún no contemplan un eventual regreso a Honduras para buscar ayuda.

El joven dijo, que ya no puede trabajar como antes, ni cargar a su hijita de solo 10 meses porque le faltan fuerzas y que para mantenerse estabilizado debe tomar unas pastillas que le cuestan $80 y visitar al médico cada tres meses para chequearse.

Por otra parte, sus padres adeudan al CMC una suma que sobrepasa los $50,000. Kevin McCarthy, portavoz del CMC, dijo que en el caso de un trasplante, si el paciente carece de seguro, debe acogerse a un programa de pago que requiere de un depósito inicial de $15,000 para realizar la evaluación y de $235,000 adicionales para ingresar a una lista de espera.

“El costo de un trasplante varía por órgano, pero está estimado entre $250,000 y $400,000. También debemos trabajar con el paciente en un plan para cubrir el costo de los medicamentos que debe tomar de por vida”, dijo McCarthy a Qué Pasa-Mi Gente.

Datos del Registro Científico de Destinatarios de Trasplantes (SRTR, por sus siglas en inglés), indican el CMC es uno de los hospitales de Carolina del Norte que hacen trasplantes de órganos.

El SRTR indicó, que en 2010 de un total de 1,042 personas en lista a quienes se les realizaron trasplantes de un órgano, 24 fueron hispanos, 598 anglosajones y 387 negros, el resto fueron asiáticos, indios americanos y personas multirraciales.

En 2009, fueron operados 908 personas, de ellas 21 latinos, 546 blancos y 312 negros.

Trasplantes en CMC

21 donantes
De corazón en 2010.
15
pacientes candidatos.
2 meses
Tiempo de espera.
Fuente: CMC