Charlotte.- Un grupo de  residentes de la ciudad de Belmont, en el condado de Gaston ha estado consumiendo agua
embotellada desde la primavera del año pasado, cuando se reveló que pozos cercanos a estaciones eléctricas de Carolina del Norte, como la de Allen Steam, en su área, estaban contaminados con cenizas de carbón.

De 200 pozos detectados en el estado, más de la mitad correspondían a Belmont.
Un año después, los activistas del problema  en Belmont, señalan que los estudios indican que el agua que se provee en algunos vecindarios de la ciudad contiene el cancerígeno cromo hexavalente en mayor proporción que el agua que se consume  en Charlotte.

“La evidencia es clara”, ha señalado  Sam Perkins, de la fundación de preservación del río Catawba, en cuya cuenca están las plantas generadoras de energía que funcionan mediante carbón  y
elementos radioactivos.

Según los activistas, los estudios revisados por Perkins, contradicen directamente una carta de la administración del  gobernador Pat McCrory, que señaló que estaba bien consumir el agua.

Amy Brown, una de las afectadas, ha dicho que “McCrory, quien es exempleado de Duke Energy y que trabajó durante 29 años con esa corporación, se ha negado a reunirse con cualquiera de las más de 300 familias impactadas por el agua contaminada cercana a las generadoras de energía de  la compañía”.

Paige Sheehan, portavoz de Duke, dijo que “la calidad del agua de esos pozos era tan buena como la calidad del agua del resto del país”, durante una protesta contra la empresa de energía, que ha alegado no estar relacionada con la contaminación.