Raleigh.- A la espera de que empiecen a llegar las primeras vacunas contra el COVID-19 a Carolina del Norte, la secretaria de salud del estado, Mandy Cohen, indicó el jueves que la información personal que se solicite a las personas que se vacunen estará protegida y no se compartirá con agencias federales ni de inmigración.

“Hemos estado trabajando para asegurar que nuestros sistemas estén protegidos, así como no compartir información. Esto aplica para todo el mundo”, dijo Cohen en rueda de prensa. 

La secretaria de salud reconoció que la comunidad hispana tiene “más inquietudes” que el resto de comunidades a la hora de divulgar información y señaló que “no queremos que esto impida que las personas reciban la vacuna que les puede salvar la vida”. 

“Tenemos acuerdos para que la información solamente se utilice con fines médicos”, dijo.

Las vacunas contra el COVID-19, tanto la Pfizer como la Moderna, se administrarán en dos dosis, por lo que los datos que se pidan a la hora de vacunarse servirán, por ejemplo, para que los proveedores de salud puedan hacer un seguimiento con los pacientes y asegurarse de que éstos reciben la segunda dosis.

“Recopilamos la información porque la segunda dosis es muy importante. La única manera de conectar la primera dosis (de la vacuna) con la segunda es teniendo la información de los individuos”, explicó Amanda Fuller Moore, de la División de Salud Pública Farmacéutica.

Durante la conferencia, Mandy Cohen señaló que Carolina del Norte tiene previsto recibir 85.800 primeras dosis de la vacuna Pfizer la semana que viene, si la FDA autoriza el uso de emergencia.

Los primeros grupos que tendrán acceso a la vacuna serán los trabajadores de la salud y los empleados  que cuidan las áreas de limpieza utilizadas por pacientes con COVID-19. 

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