Samuel Oliver Bruno cuando posó para al lente de Anna Carson Dewitt durante su permanencia en un santuario.

Raleigh.- Un inmigrante de Carolina del Norte, quien fuera deportado por el ICE en 2018 luego de acudir a una cita con Inmigración, murió el domingo 4 de julio en México, lejos de su esposa e hijo.

El 3 de abril del 2020, un poco más de un año después de haber sido expulsado del país, Samuel Oliver Bruno sufrió un accidente vehicular en Veracruz, que lo dejó gravemente herido.

"Ayer, luego de sufrir lesiones en un accidente automovilístico en abril del año pasado, murió en México, a miles de kilómetros de su esposa e hijo", escribió Anna Carson quien fotografío a Samuel cuando este padre inmigrante se encontraba refugiado en un iglesia Metodista de Durham para impedir su deportación.

El fallecimiento de Samuel también conmocionó a muchos miembros de la comunidad latina. Uno de ellos fue el pastor Edgar Vergara Millán de la Iglesia La Semilla.

"Nos unimos en solidaridad al sufrimiento de la familia de Samuel y especialmente ofrecemos nuestro más sentido pésame a su esposa Julia y a su hijo Daniel. Oramos para que la paz de Dios, la cual sobrepasa todo entendimiento humano, cubra a su familia", dijo el pastor en un texto enviado a Qué Pasa.

Emboscado por ICE

En diciembre de 2017, con 47 años, había ingresado a la Iglesia Metodista de CityWell Unite en Durham como una forma de evitar ser removido del país. Se convertía de esa forma en el quinto inmigrante del estado en ingresar a un santuario para esquivar a ICE.

"Cuando conocí a Samuel Oliver Bruno, estaba recluido en un santuario en el sótano de la iglesia Citywell. Una orden de deportación amenazaba con enviarlo de regreso a México. Todo lo que quería era quedarse en los Estados Unidos con su esposa y el hijo que adoraba", recuerda Carson.

Un día después de Acción de Gracias de 2018, Samuel fue detenido por agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) cuando asistía a una cita en la oficina del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) en Morrisville como parte de un proceso de Acción Diferida que había solicitado.

Pese a los múltiples esfuerzos de organizaciones y miembros de la comunidad, el caso de Samuel no pudo ser resuelto y él debió permanecer en México.

"Samuel creía con todo su corazón en el lugar que le correspondía en este país y en su derecho a permanecer con sus seres queridos. Nuestro país le negó esos derechos y murió viviendo la dolorosa verdad diaria de esa negación", escribió Carson.

Por su parte, el pastor Vergara resaltó el amor que Samuel sentía por su familia, su fe y su aporte a la comunidad.

"Fue un padre ejemplar, un gran amigo, un hombre muy trabajador, y un fiel seguidor de Jesucristo. Confiamos en la promesa de la resurrección y la vida eterna que nos ofrece Jesucristo y celebramos el arribo de Samuel al hogar celestial. Seguiremos trabajando y luchando por la justicia, la igualdad, y en especial por una reforma migratoria humana e integral en memoria de Samuel", finalizó el pastor.

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