Chapel Hill.- El sheriff de Orange y la DEA acusan a un joven latino de California de ser un proveedor “primario” de drogas a estudiantes de algunas de las universidades más prestigiosas de Carolina del Norte.

Durante una conferencia para descubrir la red de narcotráfico que ambas agencias investigaron en conjunto por tres años, Francisco Javier Ochoa y otras veinte personas fueron señaladas por participar en la venta y distribución de mariguana, cocaína y otras drogas dentro de los planteles de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, de la Universidad de Duke en Durham y de la Universidad Estatal de los Apalaches en Boone.

Muchos de los implicados son miembros o están relacionados con tres fraternidades que existen en el interior de estas universidades: Phi Gamma Delta, Kappa Sigma y Beta Theta Pi.

“Nadie está sobre la ley, incluyendo estudiantes universitarios y miembros de fraternidades en universidades de elite. Este tráfico de drogas serio es destructivo y temerario y muchas vidas han sido arruinadas”, dijo fiscal federal Matthew Martin en la presentación ante los medios de prensa.

Las fraternidades son grupos sociales de estudiantes en las universidades que forman lazos de “hermandad”. Entre el 2017 y el presente año, más de mil libras de mariguana, cientos de kilogramos de cocaína y otras drogas fueron introducidas en las universidades por medio de esta red de narcotráfico, con ganancias que superaron el millón y medio de dólares.

La cocaína era enviada de California a Carolina del Norte a través del correo y la mariguana se transportaba en automóvil, según informaron las autoridades. El dinero para pagar la mercancía se mandaba en bultos de billetes por el servicio postal o a través de transferencias electrónicas, Western Union y aplicaciones del teléfono.

Además de Chapel Hill, la droga era enviada a Boone, Charlotte y Wilmington, informó el Departamento de Justicia en un comunicado.

Ochoa Jr, de 27 años, fue sentenciado hace unas semanas en la corte federal, acusado de planear la distribución de cocaína y mariguana. Desde California, entre marzo del 2017 y marzo del 2019, el hispano habría suministrado 200 libras de mariguana y dos kilogramos de cocaína por semana a su contacto en Carolina del Norte, quien ahora está cooperando con las autoridades.

El hispano fue condenado a pasar seis años de prisión, cinco años de libertad condicional y restituir $250,000 al gobierno.

Los otros hispanos que aparecen en la lista de implicados son: Mariela Zavala Mendoza, alias María Ochoa, de Turlock, en California; Edison Torres Robles, alias Francisco Gallego Mendez Rodríguez, de 26 años y de Durham; así como Christopher Antonio Reyes, de 26 años y residente de Greensboro.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *