Charlotte.- Cuando Lucila Hernández despertó la mañana de este lunes corrió a ver si lo vivido la noche anterior no era un sueño: luego de 23 años sin verla se había reencontrado con su madre Piedad Rangel gracias a la gestión de Palomas Mensajeras, una organización sin fines de lucro dedicada a reparar los vínculos rotos por la migración.

“La toqué, la besé, la abracé, para comprobar que de verdad estaba aquí, que no había sido un sueño”, confiesa esta migrante mexicana que formó una nueva familia en Estados Unidos y que el domingo pudo unir las dos partes de su corazón: la que dejó en Michoacán hace 23 años y la que palpita en Charlotte junto a sus hijos.

Piedad no conocía a su nietos, y el reencuentro del domingo en la noche fue la oportunidad de darle textura, olores y memorias sensoriales a lo que hasta entonces eran fotos digitales. Ahora es la abuela que toca, besa y abraza, el oficio de toda abuela, y no solo la que añora.

La sala de banquetes Yoyo’s fue escenario este domingo de una emotiva ocasión: el reencuentro de  familias mexicanas que habían estado separadas por más de 10 años, y en algunos casos cerca de 30.
Dieciocho estados mexicanos y varios de sus ayuntamientos se han unido a este programa completamente gratuito, que presta asesoría para todos los trámites del viaje, desde la emisión de pasaportes para quienes no los tienen, hasta la visa a Estados Unidos y luego el traslado al aeropuerto para el anhelado reencuentro.

“El programa está destinado a ayudar a adultos mayores de 60 años que tienen hijos en Estados Unidos y tienen muchos años sin verlos, debido a su condición migratoria”, explica Berta Barrera Farfán, trabajadora de uno de los ayuntamientos que se han unido a Palomas Mensajeras. “Con ayuda de la embajada de Estados Unidos logramos traerlos a Estados Unidos para reunir a las familias”.

Los únicos requisitos para ser beneficiados por el programa son tener un pasaporte vigente (que Palomas Mensajeras ayuda a tramitar), no tener más de dos negativas de visa y no haber estado previamente en condición de ilegales en Estados Unidos.

“Como se trata de adultos mayores, muchas veces necesitan ayuda para este tipo de trámites”, agrega Barrera. “Les hacemos un acompañamiento que incluye el transporte a la embajada y  luego al aeropuerto, y los familiares que los reciben pagan el boleto aéreo”.

El programa prevé la permanencia de los visitantes durante tres semanas, pero una vez que son beneficiados por este pueden regresar a Estados Unidos cuando lo deseen, durante el periodo de vigencia de la visa emitida.

“Tengo muchos planes en estas semanas con mi mamá”, festeja Lucila. “La voy a llevar a pasear, le tengo muchas sorpresas, pero de ahora en adelante no va a pasar tanto tiempo sin que nos veamos, porque tengo pensado volver a traerla de visita”.

Damián recibió a sus padres José Damián De La Luz y María Rosa Rivera, a quienes tenía 11 años son ver. “Nuestro contacto era solo por teléfono y fotos”, relata. “Fue muy bonito porque cuando nos vimos los tres nos sincronizamos para llorar. No lo podía creer. Ahora los voy a llevar a comer, voy a hacerlos muy felices en el tiempo que estén acá”.

En esta oportunidad, todas las familias reunidas son de Michoacán, pero el programa está vigente en otros 17 estados de México. “Cada municipio que se nos ha unido organiza sus propias reunificaciones”, explica Luis Abúndez de Palomas Mensajeras.

“Nunca tocamos el estatus migratorio sino al momento de la aplicación”, explica Abúndez. “Después se respeta la intimidad de los participantes, pero por lo general el motivo principal de desconfianza es porque se trata de un programa totalmente gratuito. Las personas no lo pueden creer y temen ser estafadas”.

“En esta oportunidad tuvimos las puertas abiertas desde la Asociación de Arte y Cultura de las Carolinas, desde donde prestamos asistencia a las Palomas Mensajeras”, precisa Irene Gutiérrez, integrante de la Asociación.

“Desde Michoacán habíamos llevado a cuatro grupos a Los Ángeles, incluso hemos reunificado a familias que tenían hasta 38 años sin verse, pero es primera vez que la reunificación se hace en otro estado”, indica Adrián Melgoza, presidente municipal de Eronguanícuaro, uno de los ayuntamientos que se han unido al programa.

 

Testimonios de amor

Los viajeros llegaron directamente desde el aeropuerto para encontrarse con sus seres queridos en el salón Yoyo’s. Mientras esperaban por el anhelado abrazo, algunos de ellos compartieron las emociones que la organización Palomas Mensajeras había traído a sus vidas.

“Mi padre y yo teníamos 25 años sin vernos, ahora trataremos de recuperar el tiempo perdido, aunque sabemos que eso es imposible, pero igual tenemos una emoción que no podemos ni explicar”, explicó Gabriel, quien junto a su hermano viajó desde Indianápolis a Charlotte para buscar a su padre.

“Hace 15 años que no veo a mi padre Emilio, y me siento muy contento de después de tanto tiempo poder tenerlo hoy aquí”, agregó Juan Pablo Martínez de Lexington.

“Tengo 20 años sin ver a mi  hermana Hermelinda Castillo, la espero con mucho gusto, ya quiero que llegue”, auguraba Salud Castillo.

Lo que siguió fue una fiesta de abrazos, lágrimas, anécdotas y una cena amenizada con música mexicana. Muchos habrán amanecido el lunes como Lucila, pellizcándose para comprobar que no estaban en medio de un sueño.

 

CÓMO CONTACTAR

Para contactar con Palomas Mensajeras  llamar al (980) 888-5307 o al (980) 888-5306
También puede mandar un mensaje al  Facebook: www.facebook.com/PalomasMensajerasMich

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