Raleigh.- Tras una disputa legal que duró casi dos años y a pesar de haber sido deportado, el mexicano Felipe Bautista Montes logró en una corte de Carolina del Norte recuperar la custodia de sus tres hijos menores y volver con ellos a México a fines de febrero de 2013.

Ese fue el caso más sonado, mediático y exitoso que ha tenido el Consulado General de México, el cual contrató a dos abogadas para la defensa de Montes y costeó los gastos del proceso y de los traslados del mexicano.

Pero situaciones similares, en las cuales padres mexicanos corren el riesgo de perder la custodia e incluso los derechos de paternidad de sus hijos ocupan permanentemente la atención de la sede consular que atiende un promedio de 35 casos cada año.

En lo que va del año, de enero a junio, el Consulado de México ha intervenido en 16 casos de custodia de menores, mientras que el año pasado atendió 39, según informó Marcos Moreno, encargado del área de Protección de la sede consular.

“Lo que ofrecemos es asesoría legal por parte de uno de nuestros abogados y coadyuvar -como Consulado- con el Departamento de Servicio Sociales durante procesos judiciales en materia de patria potestad o custodia de menores”, dijo Moreno.

“Eso implica toda clase de papeleos entre las autoridades del DSS aquí y el DIF en México, además de visitas a prisiones para entrevistas con los padres detenidos y la repatriación de los menores según sea el caso”, añadió.

Moreno detalló que entre 6 y 8 casos al año terminan en la repatriación de niños a México. En esa situación, personal del Consulado transporta a los menores y los entrega a los padres o a la persona que tiene la custodia legal.

Causas y prevención
Los casos de disputa de la custodia de los menores tienen causas diversas pero según Moreno, la mayoría de ellos se originan por una negligencia o abusos cometidos por alguno de los padres con el menor.

Para evitar que el gobierno local tome custodia de los menores, Moreno recomendó a la comunidad enteder el sistema y obedecer las leyes y regulaciones locales.

“Deben obedecer las leyes del lugar donde se encuentran, no hacer caso omiso a lo que dice la policía o las autoridades locales en cualquier ámbito. Tenemos un caso de un padre al que lo detuvieron tomando y su hija menor iba con él, óbviamente el gobierno tomó control de la menor a raíz de la negligencia clara del padre”, dijo.

Otros casos se deben a la muerte, el arresto o la deportación de los padres o de quienes tienen la patria potestad de los menores.

“Si un padre o tutor es detenido debe exigir que se notifique a su consulado más cercano sobre su detención y que hay niños que están solos. Es importante que la comunidad sepa que tiene ese derecho”, recomendó Moreno.

“Mientras más pronto nos notifiquen mejor, antes de que el DSS tome custodia de los niños, porque podemos representarlos y decir que ellos tienen acá un tío, una abuela o cualquier otro familiar que puede cuidar de ellos”, añadió el funcionario consular.