Foto: Héctor Castillo / Qué Pasa

Charlotte.- La cifra de venezolanos que han tenido que escapar de su tierra en busca de mejores condiciones de vida supera ya los seis millones de personas. La crisis humanitaria compleja que azota al país está lejos de terminar. Para ofrecer alivio tanto a los que se han quedado como a los que día a día llegan a Estados Unidos en la situación más precaria, la organización Venezuelans in the Carolinas celebró el sábado, 6 de noviembre, Run for Venezuela 5K Festival, un evento deportivo y cultural que recaudó más de 8,000 dólares entre insumos y donativos en metálico.

143 corredores completaron cinco kilómetros en un trazado ubicado en el Frank Liske Park de Concord. Otras 10 personas hicieron la carrera de forma virtual en varias ciudades de Estados Unidos y Canadá. Todos tuvieron objetivos comunes: competir y retarse a sí mismos al mismo tiempo que ayudaban a otros.

La carrera volvió a celebrarse en Carolina del Norte, luego de un año suspendida como consecuencia de la pandemia, pues la edición de 2020 tuvo que trasladarse a California.

Michael Curtis fue el vencedor de la prueba masculina, seguido por Gabriel Coraspe (segundo también hace dos años, cuando se realizó la primera Run for Venezuela) y Richard Ellis, quien corrió acompañado por su fiel perro Lucky, al que honró entregándole la medalla del tercer lugar e imprimiendo su nombre en el certificado de participación.

En femenino, la vencedora fue Donna Forsee, mientras que el segundo lugar fue para la niña Camila Colmenares (una joven prodigio de las largas distancias hija de inmigrantes venezolanos) y el tercero para Isabel León.

Luego de la competencia, corredores y público pudieron disfrutar de un festival con danzas, música, juegos y platillos tradicionales de Venezuela: tequeños (palitos de queso), hallacas (una especie de tamal que forma parte de la mesa navideña), empanadas, arepas, pastelitos, pan de jamón, carne en vara (una variante de la barbacoa), chicha (un refrescante carato de arroz que se sirve con canela y hielo) o queso de mano (un queso fresco de textura flexible y altamente hidratado).

La animación estuvo a cargo de Milagros Ugueto y el artista plástico Keudis Sánchez, dos activos colaboradores de la causa venezolana en Charlotte.

Foto: Héctor Castillo / Qué Pasa

“La idea es hacer un evento anual para apoyar a los necesitados en Venezuela y en general a los hispanos en las Carolinas, recaudar fondos para enviar ayuda humanitaria a Venezuela o acompañar a los muchos que llegan cada día“, explicó Aivel Gordils, directora ejecutiva de Venezuelans in the Carolinas, quien ha vivido por más de 20 años en Estados Unidos y nunca vivió en carne propia la crisis en su país natal, pero no logra mantenerse ajena al drama que viven sus compatriotas.

Las dos ediciones previas de Run for Venezuela permitieron recaudar suficientes recursos para enviar más de 400 cajas de insumos al atribulado país. Medicinas, ropa, comida, fórmulas infantiles y, sobre todo, insumos clínicos, forman parte del contenido. Médicos y organizaciones no gubernamentales se encargan de la distribución en 19 de los 24 estados de Venezuela, siempre bajo estrictos procesos que garantizan a los colaboradores que sus donativos realmente lleguen a quienes los necesitan, y no son objeto de robo o reventa.

“Tenemos voluntarios en otras ciudades e incluso en otros países“, explica Gordils. “De Florida salen muchos insumos para tratamientos renales, de California mucha ropa y comida, de República Dominicana solo medicinas, gracias a las alianzas con médicos y laboratorios, y de las Carolinas fórmulas infantiles e insumos clínicos, como catéteres o ambúes (resucitadores de silicona)“.

En las Carolinas, los recién llegados reciben comida, ropa, juguetes de Navidad, gift cards de varios supermercados y, sobre todo, asistencia para acceder a recursos. “Somos una organización de voluntarios, no recibimos fondos públicos, pero sí podemos ayudar a los que llegan a conocer las alternativas de ayuda con las que cuentan“.

Más de 7000 personas se han beneficiado por la labor de Venezuelans in the Carolinas, una organización a la que se han sumado varios voluntarios estadounidenses sensibilizados por la situación del otrora rico país petrolero.

“En realidad todo el mundo puede ayudar, no termina todo con el día de la carrera“, asegura Aivel Gordils. “Si usted lleva a su hijo al pediatra puede preguntarle al médico si tiene fórmulas para donar, y si no tiene recursos para colaborar puede ofrecerse de voluntario para ayudarnos a empacar. Hay muchas formas de colaborar“.

Gordils recomienda seguir la página oficial de la organización (https://venezuelansinthecarolinas.org/), para conocer todas las formas de colaborar. “No hay nada tan hermoso como saber que nuestra ayuda llega a gente a la que uno ni siquiera conoce, pero que lo necesita tanto“.

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Video: Héctor Castillo

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