Charlotte. – El 20 de enero, en una de sus primeras medidas como nuevo mandatario, el presidente Joe Biden envió un memorando al fiscal general, cabeza del Departamento de Justicia (DOJ) y al secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) con el fin de preservar y fortalecer el programa DACA, creado por la Administración Obama-Biden en 2012.

En su decisión Biden resaltó que la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia no deberían ser prioridad para la remoción del país y se les debería garantizar el permiso de trabajo para ayudar a sus familias y contribuir a la economía del país.

 

Trump reculó

No obstante, la Administración del expresidente Trump, que el 5 de septiembre de 2017 había cancelado DACA y había colocado en el limbo a los 700 mil beneficiados, reculó el día previo a dejar el poder y el 19 de enero eliminó una regla de su gobierno que prohibía a los soñadores obtener hipotecas aseguradas por la Administración Federal de Vivienda (FHA).

Previamente, la Corte Suprema había dictaminado, en junio del año pasado, que Trump no podía terminar con DACA.

El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) anunció el 20 de enero de 2021 que, a partir de un día antes,  las personas que están en el programa DACA bajo las regulaciones del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) y tienen permiso para trabajar en el país, son elegibles para solicitar hipotecas de la FHA.

De esta forma, Trump retornó oficialmente a los beneficiarios de DACA el acceso a los préstamos de la FHA son el tipo que utilizan la mayoría de los compradores de vivienda por primera vez porque el crédito, el pago inicial y otros requisitos generalmente son más flexibles que los préstamos convencionales respaldados por prestamistas privados.

Guarismos del Concilio Americano de Inmigración (AIC) señalan que 24,050 beneficiarios activos de DACA vivían en Carolina del Norte en marzo de 2020.

Sin embargo, desde 2012,  el beneficio de DACA se ha otorgado a 29,665 personas radicadas en el estado.

Los requisitos

El HUD advirtió que los requisitos de la FHA siguen vigentes para todos los posibles prestatarios, incluidos los beneficiarios del estatus DACA:

  • La propiedad deberá ser la residencia principal del prestatario.
  • El prestatario debe tener un Número de Seguro Social (SSN) válido, excepto aquellos empleados por el Banco Mundial, una embajada extranjera o un empleador equivalente identificado por HUD.
  • El prestatario debe ser elegible para trabajar en el país, como lo demostrará el documento de autorización de empleo emitido por el USCIS.
  • El prestatario cumple los mismos requisitos, términos y condiciones que los de los ciudadanos estadounidenses.

Alex Salazar, que opera una agencia de bienes raíces en Charlotte, ratificó que está ofreciendo la venta de viviendas a los “dreamers”.

“Además de DACA, las personas con TPS, vencido o renovado, asilo político, visa u, pueden comprar casa”, dijo Salazar.

Prohibición para los indocumentados

La ley de inmigración de 1996 prohibió que los indocumentados pudieran acceder a cualquier beneficio económico del gobierno federal.

En 2003, las pautas de la Administración Federal de Vivienda (FHA) ratificaron que las personas sin residencia legal en los Estados Unidos no eran elegibles para hipotecas aseguradas por la agencia.

 

3.4 millones han comprado vivienda

Si bien han existido obstáculos legales y financieros que superar, los inmigrantes indocumentados han logrado comprar viviendas en Estados Unidos, usando el Número de Identificación Tributaria (ITIN).

Según el Instituto de Política Migratoria (MPI), en 2014 había más de 3.4 millones de inmigrantes indocumentados que eran propietarios de viviendas.

Esa cifra representa el 31 por ciento, o casi un tercio, de la población indocumentada de Estados Unidos.

Los indocumentados pagan impuestos sobre estas casas, el Instituto de Política Tributaria y Económica (ITE) proyectó, basándose en los datos del MPI que los inmigrantes indocumentados habían contribuido a fisco con 3.6 billones de dólares en impuestos a la propiedad.

Esos inmigrantes indocumentados, no pudieron adquirir las viviendas con préstamos de la Administración Federal de Vivienda (FHA).

 

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