Nueva York sería la primera ciudad en los Estados Unidos en cobrar una tarifa por congestión, ya que la legislatura del estado de Nueva York podría ofrecer una propuesta de presupuesto que incluiría cargos de congestión por conducir en la Gran Manzana, por lo que lo quieran hacerlo en las horas picos tendrán que pensarlo dos veces.
Otras ciudades de todo el mundo, como Londres, Singapur y Estocolmo, también cobran a los conductores en ciertas partes de esas ciudades, lo que no solo ha recaudado dinero para infraestructura, sino que también ha reducido las emisiones en esas ciudades.
Las tarifas, que podrían costar entre 12 y 14 dólares para vehículos de pasajeros y más de 20 dólares para camiones comerciales, se cobrarían a los conductores que ingresan a Manhattan durante las horas pico de lunes a viernes.
Estas tarifas podrían ser reducidas los fines de semana y las horas no pico, y se espera que los cargos por congestión pueden comenzar tan pronto como el 2021.
El New York Times informó la semana pasada que las tarifas podrían recaudar hasta 1,000 millones de dólares para proyectos de transporte público que están atrasados en la ciudad, incluyendo el mantenimiento del metro y las nuevas líneas.
Las tarifas también podrían ser más bajas para los conductores de bajos ingresos, los pasajeros discapacitados que utilizan los servicios de viaje compartido u otros casos.
Los conductores que ingresan a la ciudad desde los túneles de peaje o el Puente Henry Hudson recibirán un crédito por el cargo de congestión, y los conductores que crucen el Puente de Brooklyn y viajen hacia el norte no recibirán ningún cargo.
Según un estudio de la ONU, en 2003, cuando Londres implementó su tarifa de congestión, el tráfico disminuyó un 18 por ciento y las emisiones se redujeron en un 16 por ciento.
Esta nueva ley que llegaría al estado de Nueva York, se pudiera copiar en otras ciudades donde el trafico es totalmente caótico, como en Los Angeles, Chicago, Washington, Dallas o Miami entre varias ciudades. El problema de estas ciudades, es que salvo Chicago o Washington, los medios de transporte masivo son ineficientes.