¿Vives preocupado por lo que los demás piensan sobre ti? ¿Te desvela la imagen que das en las redes sociales? ¿Necesitas desesperadamente que te aprueben? Este artículo te puede ayudar a entender lo que te pasa.
La aprobación social es la necesidad de ser aceptado y valorado por nuestro grupo de referencia, ya sea nuestra familia, amigos, pareja, trabajo, etc.
Es una necesidad humana básica que nos ayuda a sentirnos seguros y queridos. Sin embargo, cuando esta necesidad se vuelve excesiva, puede afectar negativamente nuestra autoestima, nuestra identidad y nuestra felicidad.
¿Por qué tenemos necesidad de aprobación social?
Dicen los expertos que la necesidad de aprobación social tiene sus raíces en la evolución. Los seres humanos somos animales sociales que hemos sobrevivido gracias a la cooperación y la adaptación al entorno. Por eso, buscamos la aprobación de los demás para asegurarnos de que estamos haciendo lo correcto, de que somos útiles y de que no seremos rechazados o excluidos. La aprobación social también nos sirve para aprender de los demás, para imitar sus comportamientos exitosos y para evitar los errores o las sanciones.
No obstante, la necesidad de aprobación social puede convertirse en un problema cuando nos obsesionamos con lo que piensan los demás de nosotros, cuando dejamos de ser auténticos o cuando sacrificamos nuestros valores por complacer a los demás.
De este modo, si esta necesidad es excesiva puede generar ansiedad, estrés, frustración, culpa o vergüenza. Además, puede hacernos perder oportunidades de crecimiento personal.
¿Cuándo se convierte en un problema la necesidad de aprobación social?
Como dijimos, la aprobación social es el deseo de ser aceptado y valorado por los demás. En sí misma no es algo negativo. Por el contrario, forma parte de nuestra evolución. Sin embargo, cuando la aprobación social se convierte en una obsesión, puede afectar nuestra autoestima, nuestra identidad y nuestra salud mental. Por eso es importante estar atentos para comprender cuánto nos está afectando la opinión del entorno.
¿Cómo saber si estamos buscando demasiado la aprobación social?
Algunas señales de que estás demasiado preocupado por obtener la aprobación de los demás son:
- Depender completamente de la opinión de los demás para tomar decisiones.
- Cambiar constantemente tu forma de ser o de actuar para complacer a los demás.
- Sentir ansiedad o culpa cuando no recibes elogios o reconocimiento.
- Evitar expresar nuestras opiniones o emociones por miedo al rechazo.
- Compararte frecuentemente con los demás.
- Sentirte inferior.
- No animarte a decir no cuando no quieres algo.
- No confiar en tus opiniones ni en tu criterio para elegir.
- Creer que los demás son mejores.
Estos comportamientos traen consecuencias negativas para tu bienestar, como: baja autoconfianza, falta de autenticidad, estrés, frustración, aislamiento, depresión o adicción a las redes sociales. Por eso, es importante valorarte por lo que eres y no por lo que los demás piensan de ti.
¿Cómo podemos reducir la necesidad de aprobación social?
Reducir nuestra necesidad de aprobación es posible. Aquí te dejamos cuatro ideas que te pueden ayudar:
Lo primero es reconocer que no puedes gustarle a todo el mundo. Lo segundo es fortalecer tu autoestima, valorando tus cualidades y aceptando tus limitaciones y errores. Lo tercero es cultivar la autonomía, tomando tus propias decisiones. Lo cuarto es confiar en tu criterio. Puedes respetar y tomar la opinión de los demás sin renunciar a tu punto de vista.
Necesidad de aprobación y autoestima
La necesidad de aprobación y la autoestima son dos conceptos que están estrechamente relacionados.
Cuando tenemos una autoestima baja, tendemos a buscar la aprobación externa para compensar la falta de confianza en nosotros mismos. Esto nos hace dependientes de la opinión de los demás, y nos hace vulnerables al rechazo y a la crítica. Además, nos impide expresar nuestra autenticidad, nuestras necesidades y nuestros deseos, por miedo a no ser aceptados o queridos.
Por el contrario, cuando tenemos una autoestima alta, somos capaces de valorarnos por lo que somos, sin necesidad de compararnos o de complacer a los demás. Esto nos hace más independientes, más seguros y libres. Además, nos permite ser más honestos y respetuosos con nosotros mismos y con los demás.
Por lo tanto, se puede decir que la necesidad de aprobación es un síntoma de una autoestima baja, y que para mejorar nuestra autoestima debemos reducir nuestra dependencia de la aprobación externa.