La tecnología está cambiando al mundo. Nos está cambiando. Muchos de nuestros comportamientos diarios son afectados y modificados por la implementación de las tecnologías de comunicación.

Redes sociales, comunicación instantánea, plataformas virtuales, relaciones on line, cibersexo, son algunas de las nuevas formas de relacionarse. La red mundial de información se ha convertido en nueva forma de generar vínculos. El abanico para conocer personas se abre y se multiplica. La oferta parece ilimitada. Damos like, decimos sí, miramos un perfil, no sabemos si la foto es falsa, buscamos otra,  hacemos citas on line, mentimos, nos mienten, nos ofertamos en las redes en busca de amor, de seducción o simplemente de sexo.

Muchas personas tienen un perfil en un sitio de citas. Claro está que mucho de esos perfiles son falsos. Los individuos pasan casi todo el día pegados a sus teléfonos, tablets, laptops y computadoras. Es lógico que el espacio virtual se convierta en un gran espacio de citas y romances posibles. Solo Tinder,  la red de encuentros lanzada en los Estados Unidos 2012, genera mas de 5 millones de matches por día.

Los amores on line suelen implicar el mismo tipo de pensamientos y emociones que cualquier otra relación, lo cual incluye secretos, fantasías, entusiasmo, frustraciones, encuentros y desencuentros. Algunos amores se tratan sólo de sexo, otros implican sentimientos y enamoramiento.

Pero no siempre en el ciberespacio se busca una relación sentimental o de pareja.  A veces se busca sólo sexo. Sexo sin compromisos y sin consecuencias.

El sexo on line o cibersexo abarca desde el consumo de pornografía hasta los encuentros entre adultos que deciden tener sexo virtual. Los usuarios se valen de los mensajes de contenido erótico, de las fotos y de las cámaras web para proporcionarse placer sexual.

La accesibilidad, el anonimato, la falta de compromiso, hacen que el espacio virtual sea un espacio ideal para el desarrollo de  fantasías sexuales. Muchas personas se sienten más seguras y a salvo manteniendo sexo virtual que sexo real. Parecería que el sexo virtual hace que los usuarios sientan que corren menos riesgos conectándose de esta forma. No hay riesgos de contagiarse alguna enfermedad, ni de tener un embarazo no deseado, no hay riesgo de ser rechazado, ni de quedar enganchado. 

Algunas personas que se sienten inseguras para relacionarse sexualmente, encuentran una descarga en el sexo virtual. Se sienten menos intimidados al estar detrás de una pantalla y con un nombre falso.

El sexo virtual con desconocidos o la ciberpornografía pueden ser adictvas. Y este sí es un riesgo.

Ciber-infidelidad
Y a los problemas que toda pareja plantea se agrega ahora la posibilidad de la ciberinfidelidad. La tentación es permanente. La oferta para tener sexo on line es inagotable. Se puede acceder a ella todo el tiempo y desde cualquier lugar. 

La pregunta es: ¿tener sexo virtual es infidelidad? ¿O es menos grave que tener sexo real con otra persona? Cada persona y cada pareja debe tener su posición sobre este tema.

Mucha veces quien practica sexo virtual cree que mientras la relación no sea física no hay engaño y, por ende, no está haciendo nada indebido con su pareja. Sin embargo, la persona traicionada se siente igual de mal, aunque con la duda de si lo perdona o no porque sólo fue engaño virtual.

Sin embargo las relaciones virtuales pueden ser tan o más fuertes que las reales. Y, por las características del formato virtual,  pueden convertirse en adicción.

Señales de ciber-infidelidad

1.  Cambio en los horarios de sueño. Se acuesta entrada la madrugada o se levanta demasiado temprano, supuestamente para preparar algo del trabajo y mirar el correo. En realidad, busca momentos solitarios para tener sexo virtual.
2. Demanda de privacidad. Pide que no se le moleste mientras está en la computadora. Cambia de sitio la máquina hacia un lugar más privado, cambia las contraseñas y borra el historial. Cuando se le interrumpe puede reaccionar con ira.

3. Descuido de las tareas de la casa.
4. Evidencias de estar mintiendo.
5. Cambios de personalidad. Mayor alejamiento y distancia. Cuando se le pregunta si eso tiene que ver con internet, tiende a culpar a la pareja y formar cortinas de humo.
6. Pérdida de interés en el sexo con la pareja.
7. Falta de inversión personal en la pareja. Menos conversaciones, salidas, alquiler de películas de vídeo, y evitación de vacaciones familiares.

Frase de la semana
El sexo forma parte de la naturaleza. Y yo me llevo de maravilla con la naturaleza.
Marilyn Monroe

 

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