Grupo de personas conviviendo
Las habilidades sociales son, justamente, todas las herramientas que usamos para interactuar con los demás. Credit: Archivo

Los seres humanos vivimos en comunidades. Desde el inicio de la vida formamos parte de grupos sociales que nos contienen, nos cuidan, nos educan y nos configuran. Así, el intercambio con los demás es esencial para nuestro desarrollo psíquico y  personal.

Las habilidades sociales son, justamente, todas las herramientas que usamos para interactuar con los demás.  De ellas depende gran parte de nuestro bienestar.

Podríamos decir que las habilidades sociales incluyen todas las acciones verbales y no verbales que nos ayudan a relacionarnos con los demás. Se refieren a nuestra capacidad para tratar y entendernos con las demás personas.

De este modo, las habilidades sociales se encuentran presentes en nuestra vida diaria tanto en los ámbitos familiares, laborales como entre grupos de amigos y camaradas. Lo sepamos o no, hacemos uso de ellas cada vez que entramos en contacto con los otros.

Estas habilidades nos facilitan la vida. Contar con ellas nos permite tener un mejor trato con los grupos con los que interactuamos.

El doctor en psicología Vicente Caballo manifiesta que las habilidades sociales son un conjunto de conductas que permiten al individuo desarrollarse en un contexto individual o interpersonal expresando sentimientos, actitudes, deseos y opiniones de un modo adecuado a la situación.

En su libro “Manual de  evaluación y entrenamiento de las Habilidades Sociales” el doctor Cordero explica que los seres humanos somos seres sociales y que, debido a eso, pasamos gran parte de nuestro tiempo interactuando con nuestros semejantes.

Sostiene Cordero que la calidad de estas interacciones determinará muchas áreas de nuestras vidas. Así, las relaciones con los demás tienen un papel fundamental en nuestro desarrollo personal, afectivo, laboral, etc. Nuestro bienestar anímico depende en gran medida de la forma en que gestionamos el trato con los otros.

En este sentido, las habilidades sociales son llaves que nos pueden ayudar a abrir puertas y a tener una mejor inserción en el mundo.

La buena noticia es que estas habilidades se pueden aprender y desarrollar.

Esto se debe a que estas habilidades no son innatas, sino que son aprendidas. Desde la primera infancia todos los niños imitan a los padres, así van incorporando modos y estilos de comunicación. De esta manera, vamos desarrollando las habilidades sociales desde la niñez según sean nuestras experiencias personales, lo que se transmite en la familia, la forma en que se comunican nuestros padres, etc.

Sin duda, aprender y desarrollar estas habilidades es fundamental para conseguir relaciones satisfactorias con los demás. ¿Pero cuáles son estas habilidades?

Tipos de habilidades sociales

La mayoría de los especialistas distingue entre habilidades sociales básicas y habilidades sociales complejas.

Las habilidades sociales básicas están relacionadas con hechos cotidianos. Son parte de las conductas diarias que utilizamos al interactuar con los demás.

Algunas de las habilidades sociales básicas son:

• Escuchar.

• Iniciar y mantener una conversación.

• Formular una pregunta.

• Dar las gracias.

• Saludar.

• Presentarse.

• Presentar a otras personas.

• Realizar un cumplido.

• Saber despedirse.

Las habilidades sociales complejas requieren de un trabajo a largo plazo y mayor esfuerzo.

Algunas de las habilidades sociales complejas son:

• Empatía: es la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona.

• Inteligencia emocional: es la habilidad para manejar los sentimientos y emociones.

• Asertividad: es la habilidad para ser claros en la comunicación. Poder expresar qué siente  sin herir ni descalificar.

• Escucha activa: poder escuchar con comprensión tratando de entender lo que el otro quiere decir.

• Capacidad de disculparse: poder reconocer los errores cometidos y disculparse por ellos.

• Aceptar las críticas constructivas: ser capaces de escuchar las críticas que alguien nos hace sin estallar en furia. Poder evaluar si hay algo de verdad en lo que nos dicen.

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