¿Qué es el Curving y cómo detectarlo a tiempo?
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Las relaciones líquidas son aquellas que se caracterizan por la fragilidad y la incertidumbre. Son relaciones que se construyen y se destruyen con facilidad.

Al no ofrecer seguridad ni compromiso a largo plazo estas relaciones pueden generar ansiedad e insatisfacción. También pueden aumentar el sentimiento de soledad y aislamiento.

Con el auge de las redes sociales y las aplicaciones de citas, han surgido nuevas formas de relacionarse y de terminar un vínculo. Una de estas formas se conoce como “curving”.

Es muy probable que te haya pasado, o que te pase en algún momento. Es común y frecuente que alguien a quien estás conociendo empiece a utilizar este modo de rechazo. Aquí te dejamos algunas claves para que puedas detectarlo a tiempo.

¿Qué es el curving?

El curving es una forma de terminar una relación sin decirlo claramente, sino dando leves señales de desinterés. Es una conducta que puede causar confusión, frustración y malestar en la persona que la recibe, ya que no sabe qué esperar ni cómo actuar.

Se trata de una forma de rechazo sutil. Consiste en responder de manera vaga a los mensajes de alguien en lugar de rechazarlos directamente. Esta práctica se ha vuelto cada vez más común y genera un fuerte malestar en quienes la padecen.

De este modo, el curving puede tener consecuencias emocionales negativas para quienes lo experimentan, como confusión, baja autoestima, ansiedad, estrés, pérdida de confianza y desgaste emocional.

Así, el curving ocurre cuando una persona muestra interés inicial en otra, pero luego comienza a alejarse de manera gradual, sutil, y sin claridad. Se usa para evitar un corte rotundo, evitarse un mal momento y mantener la puerta abierta para posibles citas futuras. Digamos, es dejar al otro en suspenso por si en algún momento se tiene ganas de hacer algo con esa persona.

Algunas señales de que alguien te está haciendo curving son:

  • Responde con monosílabos o emojis a los mensajes, sin aportar nada a la conversación.
  • Demora mucho tiempo en contestar o deja los mensajes en visto sin dar respuesta.
  • Evita quedar para verse en persona o cancela planes a última hora.
  • Evita hablar de temas íntimos, y prefiere mantener una comunicación superficial.
  • No muestra interés por tu vida o por tus sentimientos.
  • Da respuestas vagas como "tal vez" o "veremos", o “hablamos un día de estos”.
  • Cambia de tema cada vez que intentas hablar sobre algo importante del vínculo.
  • Da excusas frecuentes para no encontrarse. Puede decir que está muy ocupado, de mal ánimo, agotado, etc.
  • Sostiene cada cierto tiempo conversaciones reales. Esto te alienta seguir esperando algo.

Algunas consecuencias emocionales negativas para quienes padecen curving:

  • Confusión emocional: si te hacen curving es muy posible que no comprendas lo que está pasando. La falta de claridad y los mensajes ambiguos generan sentimientos de incertidumbre, duda y confusión.
  • Baja autoestima: el rechazo sutil y la evasión constante pueden hacer que no te sientas una persona valiosa o digna de interés.
  • Ansiedad y estrés: la falta de claridad puede generarte ansiedad y estrés. No entender, lo que pasa, y el intento de descifrar las intenciones del otro pueden llevarte a un estado de ansiedad y preocupación constante.
  • Pérdida de confianza: puedes volverte desconfiada y comenzar a cuestionar tu capacidad para identificar relaciones saludables para un futuro.
  • Miedo a volver a tener una relación: otra consecuencia es el temor a que esto te vuelva a pasar, y por ese temor puedes empezar a tener dificultades para volver a relacionarte.
  • Desgaste emocional: este rechazo sutil y poco claro puede generarte desgano y agotamiento mental y emocional.

¿Qué hacer?

Algunas estrategias para enfrentarse al curving son:

  • Ser realista: trata de no engañarte ni crear falsas expectativas. Si la otra persona no muestra interés ni compromiso, es mejor aceptar que no hay futuro en esa relación y es momento de seguir adelante.
  • No insistir: no hay que rogar por una respuesta. Si la persona no muestra ningún deseo claro hacia ti lo mejor es soltar. Olvidarse. Seguir esperando algo que no ocurre daña la autoestima.
  • Cuidar la autoestima: fundamental. No permitir que un mal comportamiento de otra persona te haga creer que tu no vales.

Responsabilidad afectiva

Para terminar, debemos recordar que la responsabilidad afectiva es la capacidad de comunicar con respeto nuestros sentimientos y expectativas sobre una relación. Somos responsables de nuestros actos y de lo que causamos en el otro. Se trata de cuidar al otro. ¿Cómo? Siendo claros.  Poder dar por terminada una relación cuando ya no se quiere continuar, sin dejar al otro en una eterna duda y espera es una muestra de responsabilidad y respeto.

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