Todos queremos alcanzar el bienestar. Pasarla bien y conseguir aquello que nos proponemos. Sin embargo, no todo lo que pensamos nos ayuda a conseguirlo. Por el contrario, algunas ideas que nos debilitan y nos quitan potencia.
Las lecciones de vida son pensamientos que nos pueden ayudar a recorrer el camino hacia lo que queremos sin desalentarnos.
Cuando encaminamos nuestra vida según nuestros anhelos nos empezamos a sentir mejor. Aumenta nuestra confianza en nosotros mismos y nuestra autoestima. De este modo, nuestra energía se incrementa y aumenta nuestra capacidad de esforzarnos.
Así, orientamos nuestra energía hacia lo que sí queremos, y no desperdiciamos nuestra fuerza en acciones que no sirven para nada.
Entonces, les dejo aquí algunas de estas ideas que son herramientas de gran ayuda para focalizar y conducir las energías hacia las metas de cada uno.
4 pensamientos que pueden mejorar tu vida:
- El éxito en la vida se alcanza gradualmente: Entender que los resultados que queremos se logran poco a poco es una herramienta muy valiosa. Primero porque nos quita ansiedad y urgencia, y también porque nos prepara para ser perseverantes y firmes.
Entender que llegar a nuestros objetivos no es algo mágico, ni un golpe de suerte, sino que es el resultado de pequeños hábitos cotidianos. Es decir, alcanzar las metas que nos hemos propuesto es el fruto de un proceso.
Ese proceso es gradual, y los resultados se ven con el paso del tiempo. Así, los cambios no son un milagro, sino que son la consecuencia de una decisión y de la implementación de pequeños pasos que a la larga conducen al destino que queremos para nosotros.
Por ejemplo, si deseamos tener una vida saludable la forma de conseguirlo es practicar conductas saludables cada día. Implementar una rutina de ejercicios, mejorar nuestra dieta, regular los excesos, son algunas de los hábitos que gradualmente mejorarán nuestra salud.
Respecto a la alimentación una herramienta que puede ayudar es tratar de no tener en casa aquellos alimentos y bebidas que son perjudiciales para nuestra salud. Poco a poco, cambiar nuestros hábitos de compras al ir al supermercado, nos llevará a organizar la dieta de otro modo.
Lo mismo podemos decir respecto al estudio. Los pequeños hábitos son los que permiten avanzar en el aprendizaje. Así, acostumbrarse a tener una práctica diaria de estudio permite asimilar el conocimiento de un modo gradual, pero duradero.
Por supuesto, lo mismo se aplica a los logros económicos y laborales. La dedicación, la perseverancia y la flexibilidad son fundamentales para desarrollar un proyecto. Ser consecuente con lo que uno quiere y entender que es con pequeños pasos se llega a la meta, permite ir adelante en la vida.
- Saber que va a haber caídas. Algo fundamental es no desanimarse. En todo camino hacia la realización de un deseo hay fracasos, decepciones, cosas que salen mal. Entender que esto forma parte del proceso y no permitir que nos desanime es clave. Por el contrario, esas frustraciones son oportunidades para aprender y corregir el rumbo o la actitud si es necesario.
- Quejarse no resuelve nada. Cuando las cosas no funcionan como queremos, podemos sentir que es injusto y empezar a quejarnos. Esta actitud nos estresa y nos debilita.
Y, además, para colmo, quejarse no resuelve el problema. Por el contrario, lo agudiza porque debilita nuestra actitud mental.
Lo que resuelve las cosas es hacer. Es decir, tomar un rol proactivo. En los momentos en que nos sentimos estancados, lo que ayuda es ser creativos. Buscar nuevos modos de hacer las cosas. Entender que si las cosas no están funcionando quizás debemos probar otras maneras de hacerlo.
- Aceptar que hay cosas que no dependen de nosotros. Esta idea es muy importante. Poder diferenciar las cosas que sí dependen de nosotros de las que no, nos permitirá focalizar nuestra energía. De este modo, hará que no perdamos el tiempo con todas aquellas situaciones que no están en nuestras manos y, así, contaremos con toda nuestra fuerza para aquellas que sí dependen de nosotros.
Obviamente, muchas cosas de la vida no dependen de nosotros. Ocurren. Nos guste o no, pasan cosas que no están en nuestros planes ni en nuestros deseos.
Sin embargo, también hay muchas que sí dependen de lo que nosotros hagamos, de nuestra actitud, y de nuestra energía. Son esas en las que debemos concentrarnos, y poner lo mejor de nosotros para que ocurran de la mejor manera posible.