Distimia: la depresión más difícil de diagnosticar
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La distimia, también conocida como trastorno depresivo persistente, es un tipo de depresión con características especiales. Se trata de una afección considerada leve, pero que perdura en el tiempo. Así mismo, pesar de ser considerada leve, causa un considerable malestar a la persona que la padece y deteriora su calidad de vida.

La palabra distimia proviene del griego y significa humor anormal.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la distimia afecta aproximadamente al 6 % de la población mundial.

Numerosos expertos opinan que la distimia es uno de los tipos de depresión más difíciles de diagnosticar. ¿Por qué? Esto se debe a que por ser un malestar leve y por prolongarse en el tiempo, muchas veces se cree que es algo de la personalidad. Es decir, se lo toma como una forma de ser. “Soy negativo, o soy pesimista, pero la realidad me da motivos para ser así”, piensa la persona. No considera en ningún momento que su desgano o negatividad puede deberse a algo que le pasa.  En consecuencia, no se recurre a una consulta profesional.

Por otro lado, en la distimia la persona puede mantener sus actividades diarias con normalidad.  Es decir, puede trabajar, estudiar y realizar todas las acciones cotidianas. Sin embargo, estas tareas le suponen un esfuerzo mayor que al resto de las personas.

¿Pero cómo se manifiesta la distimia?

Normalmente se manifiesta como una falta de energía vital, cansancio, desgano, pensamientos negativos, baja autoestima, indecisión y un pesimismo exagerado. Diversas expresiones de negatividad que suelen interpretarse como rasgos de personalidad. Por eso, muchas veces, ni la persona que lo padece ni las personas que lo rodean se dan cuenta de que se trata de un tipo de depresión y que, por lo tanto, puede ser tratable.

Características generales de la distimia

La distimia se caracteriza por causar una falta de interés en las actividades diarias. Es un estado de desgano generalizado. Indiferencia hacia las cosas o situaciones. Falta de motivación, deseo o entusiasmo. De este modo, la persona cumple con sus actividades, pero sin ganas o sin entusiasmo y sin proyectarse hacia el futuro.

En ocasiones, debido a esta falta de motivación la persona con distimia empieza a abandonar las situaciones sociales. No tiene ganas de verse con sus amigos, ni ganas de salir, ni nada. Este desgano hace que la persona se vaya aislando ya que debido al desinterés va abandonando todas las actividades sociales.

Por otro lado, las personas que sufren esta enfermedad se sienten tristes, vacías y desesperanzados. Algo sombrío los invade. Suelen tener una visión pesimista sobre la vida y sobre el futuro. Tienen pensamientos negativos sobre todas las cosas, siempre ven el lado negro y el vaso medio vacío.

Otro rasgo que caracteriza a las personas con distimia es la baja autoestima. Así, las personas con esta enfermedad no se valoran. Se sienten incapaces de hacer las cosas bien y se suelen sentir menos que los demás. Dudan de sus capacidades, y se dan por vencidos antes de intentar algo.  

Otros síntomas de la distimia

Trastornos de la alimentación: tener poco apetito o por el contrario atiborrarse con un exceso de comida.

Perturbaciones en el sueño:  pude haber dificultades para conciliar el sueño, insomnio, desvelo o, por el contrario dormir en exceso.

Poca energía: sensación de fatiga y agotamiento que afecta las acciones cotidianas.

Falta de concentración: debido al estado general la persona tiene dificultades para prestar atención y para concentrarse.

Dificultad para tomar decisiones: el estado de confusión y la baja autoestima lleva a una gran dificultad para tomar decisiones.

Sentimientos de desesperanza: la negatividad, los pensamientos oscuros llevan a un sentimiento de desesperanza. La persona no encuentra una salida de su situación actual. Imagina un futuro negro y sin esperanzas.

Irritabilidad o enojo excesivo: el humor se vuelve amargoy puede haber estados de irritabilidad y enojos frecuentes.

Disminución de la actividad: debido a la fatiga y a la falta de motivación la persona baja sus niveles de actividad. Mantiene solo las actividades obligatorias, pero con mucho esfuerzo.

¿Qué hacer?

La distimia, como cualquier afección anímica, debe ser diagnosticada por un profesional de la medicina.

En la actualidad existen tratamientos médicos y psicológicos para tratar las depresiones.

Ante cualquier duda consulte con un profesional de la salud, quién le indicará el tratamiento adecuado.

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