El 13 de enero se conmemora el Dia Mundial de la Lucha Contra la Depresión.
El objetivo de este día es sensibilizar y alertar a la población sobre esta enfermedad, que, como indica la OMS, puede convertirse en un problema grave para la persona que lo padece, para su familia y para la sociedad.
Así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) explica y define que la depresión es un trastorno mental frecuente que se caracteriza por un sentimiento de tristeza persistente y una falta de interés en actividades que previamente eran gratificantes y placenteras.
La depresión le puede ocurrir a personas de todas las edades.
Está causada por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos.
Es importante entender que la depresión no es un signo de debilidad. Es un trastorno de salud que debe ser tratado. Los tratamientos incluyen terapia psicológica y medicación antidepresiva.
Datos de la OMS sobre la depresión
- La depresión es un trastorno mental común. Se estima que en todo el mundo el 5% de los adultos padecen depresión.
- La depresión es la principal causa mundial de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga mundial general de morbilidad.
- La depresión afecta más a la mujer que al hombre.
- La depresión puede llevar al suicidio.
- Hay tratamientos eficaces para la depresión, ya sea leve, moderada o grave.
Más datos de la OMS para entender la dimensión del problema
- La depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, pues se estima que afecta a un 3,8% de la población, incluidos un 5% de los adultos y un 5,7% de los adultos de más de 60 años.
- A escala mundial, aproximadamente 300 millones de personas tienen depresión.
- Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es recurrente y de intensidad moderada a grave.
- Puede causar gran sufrimiento a la persona afectada y alterar sus actividades laborales, escolares y familiares.
- En el peor de los casos, puede llevar al suicidio.
- Cada año se suicidan más de 700 000 personas.
- El suicidio es la cuarta causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años
Prevención
Como dijimos, el objetivo de este día es que la población esté informada y sensible respecto a este trastorno de salud mental que golpea a muchas personas.
Tener la información adecuada permitirá acceder a la ayuda necesaria para abordar esta enfermedad.
Por otro lado, es importante no estigmatizar a la persona que la padece. Por el contrario, la persona depresiva debe ser acompañada y apoyada en su recuperación. La estigmatización de las enfermedades mentales, incluida la depresión, es el principal obstáculo para que las personas pidan ayuda.
Hablar de la depresión, perder el miedo a expresar lo que se siente, ayuda a eliminar la estigmatización.
Además, para prevenir la depresión, la OMS recomienda la aplicación de programas que promuevan un modelo de pensamiento positivo, mantener un estilo de vida saludable y fomentar los lazos sociales.
Así mismo, sabemos que la detección temprana y el acceso a los tratamientos médicos y psicológicos son claves para la recuperación.
Síntomas frecuentes de depresión
La depresión se caracteriza por presentar un descenso notorio en el estado de ánimo y de la energía vital del individuo.
- Pérdida de interés o placer en las actividades y los pasatiempos que antes disfrutaba.
- Fatiga, disminución de energía o sensación de que está más lento.
- Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones.
- Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o “vacío”.
- Trastorno del sueño. Dificultad para dormir, despertarse temprano en la mañana o dormir demasiado.
- Sentimientos de desesperanza o pesimismo.
- Dolores. Dolor de cabeza, calambres o problemas digestivos sin una causa física aparente.
- Sentimientos de irritabilidad, frustración o intranquilidad.
- Sentimientos de culpabilidad.
- Sentimientos de inutilidad o impotencia.
- Intentos de suicidio o pensamientos sobre la muerte o el suicidio.
- Tristeza sin causa identificable.
- Reducción de la energía y disminución de las actividades.
- Dificultades para prestar atención
- Cambios en el apetito y/o el sueño y/o el deseo sexual.
- Pensamientos y movimientos lentos.
- Apatía.
- Ideas negativas sobre el pasado, presente o futuro e ideas de desesperanza.
- Baja autoestima.
- Problemas de memoria