La depresión es una de las enfermedades más preocupantes de la actualidad. Muchos la consideran la enfermedad el Siglo XXI.

Según la Organización Mundial de la Salud OMS, la depresión es  una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial.

Se la puede definir como un trastorno emocional que causa tristeza constante, desgano, pensamientos negativos, abatimiento y pérdida de interés en las cosas. De este modo, este trastorno afecta los sentimientos, los pensamientos y la conducta, pudiendo  causar una variedad de problemas físicos y emocionales.

¿Pero por qué nos deprimimos?

Afirman los especialistas que múltiples causas pueden desencadenar un estado de depresión. Algunos de esos factores son puramente internos de origen biológico, como los genes, la química cerebral y las hormonas. Otros son externos de origen ambiental, como la luz solar y las estaciones del año. Otros hacen referencia a las situaciones externas que debemos afrontar como pérdidas afectivas, duelos, rupturas amorosas, fracasos laborales o económicos, que nos pueden causar un estado de depresión.

En el contexto de la pandemia ha habido un aumento significativo de los trastornos depresivos en la población mundial. La crisis sanitaria y económica, las pérdidas, el estrés por la amenaza constante de enfermar o perder a un ser querido son algunos de los elementos que generaron un estallido de consultas por depresión.

Datos y cifras de la Organización Mundial de la Salud

  • La depresión es un trastorno mental frecuente. Se calcula que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo.
  • Es la principal causa mundial de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga mundial general de morbilidad.
  • La depresión afecta más a la mujer que al hombre.
  • En el peor de los casos, la depresión puede llevar al suicidio.
  • Hay tratamientos eficaces para la depresión.

Síntomas de la depresión

  • Sentirse triste o ansioso todo el tiempo.
  • Sensación de vacío.
  • Lentitud para razonar, hablar y moverse.
  • No querer realizar actividades que antes eran divertidas.
  • Sentirse irritable, frustrado o intranquilo.
  • Comer más o menos de lo usual o no tener apetito.
  • Tener malestar, dolores de cabeza o problemas estomacales que no se mejoran con tratamiento.
  • Tener dificultad para concentrarse, recordar detalles o tomar decisiones.
  • Sentirse cansado aun después de dormir bien.
  • Sentirte culpable, inútil o desamparado.
  • Pensar en el suicidio o en hacerse daño.
  • Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño.
  • Falta de energía y de voluntad para hacer las cosas.
  • Desgano.
  • Pensamientos negativos respecto al futuro.
  • Inactividad y retraimiento de las actividades usuales.
  • Sentimientos de desesperanza o abandono.
  • Pérdida de placer en actividades que suelen hacerlo feliz, incluso la actividad sexual.

Conductas que pueden ayudar

Hacer ejercicio físico. Caminar de 15 a 30 minutos cada día, bailar, correr, pasear en bicicleta o lo que prefiera.

Mantener una buena alimentación. Tratar de elegir productos y bebidas sanas.

Identificar los problemas y tratar de hablar con alguien de confianza.

Pedir ayuda.

Cómo ayudar a una persona con depresión

Lo más probable es que la persona deprimida necesite ayuda profesional.

Es fundamental que el profesional haga un diagnóstico y proponga un tratamiento. Por lo general el tratamiento contra la depresión es farmacológico y psicoterapéutico. Según el caso puede ser necesario uno u otro, o una combinación de ambos.

La mejor forma de ayudar a una persona con depresión es animarlo a hacer una consulta médica para que el profesional determine las causas de la enfermedad y decida cuál es el tratamiento adecuado.

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