Con el verano llegan las anheladas vacaciones escolares. Los niños suelen estar cansados de la rutina y de las exigencias del año y esperan con gran expectativa el momento del receso escolar. 

Sin embargo, para muchos padres no es fácil organizarse con las nuevas dinámicas que las vacaciones imponen.  Sin duda, no es sencillo organizar un nuevo plan de vida, sobre todo cuando muchos papás y mamás deben seguir con su ritmo laboral. 

Según los especialistas para afrontar este desafío hay que tratar de mantener un equilibrio entre la flexibilización de las rutinas del año y el sostenimiento de hábitos saludables. No hay que olvidar que los niños necesitan ciertas rutinas. La existencia de ciertos hábitos, normas y horarios los hace sentir seguros y calma su ansiedad. 

En primer lugar, no hay que olvidar que las vacaciones deben servir para descansar y cargarse de energía. Hacer cosas nuevas, flexibilizar las rutinas, divertirse en familia, compartir juegos y actividades al aire libre con los niños, son algunas de las herramientas para las vacaciones. 

Algunas recomendaciones para mantener la armonía en la familia

Cuidar la rutina de sueño: Para los niños es fundamental dormir la cantidad de horas que necesitan según la edad. Obviamente tanto el verano como las vacaciones hacen que probablemente los horarios de la familia cambien.  

Sin embargo, aunque no se mantengan los horarios estrictos del invierno, no se deben recortar las horas de sueño de los niños. Un buen descanso es clave para la salud física y emocional.  Por eso, si se retrasa la hora de irse a la cama hay que retrasar también la hora de levantarse.

Los padres deben asegurarse de que los pequeños duerman la cantidad de horas apropiadas para su edad. Recuerden que un niño mal dormido es sinónimo de problemas. Suele volverse irritable, caprichoso, inquieto, ansioso y enojón. 

Alimentación: La comida forma parte de los hábitos de cada familia. Cada familia tiene sus costumbres, sus modos de alimentarse, sus horarios y su estilo. Es probable que durante las vacaciones eso se modifique, ya que se modifican muchas de las actividades diarias. 

Si es posible se recomienda continuar con los hábitos de comida de la familia. Obviamente se pueden incorporar nuevos hábitos como hacer picnics, comer al aire libre, involucrar más a los niños en la organización de las novedades alimenticias del verano, incorporar más frutas y colores, por ejemplo. 

Cocinar en familia puede ser una actividad recreativa y divertida que los niños pueden disfrutar. Se puede recurrir a recetas de YouTube probando nuevos sabores o comidas de distintos lugares del mundo. Se les puede incentivar a los niños para que busquen comidas típicas de distintos países y aprovechar la ocasión para aprender juntos sobre geografía o hábitos culturales. De este modo, también la comida puede formar parte de lo nuevo del verano, y especialmente tratar de que sea un momento compartido en familia. 

Gestionar el tiempo libre: Formamos parte de la cultura de la hiper ocupación, por lo tanto, a todos nos cuesta gestionar nuestro tiempo de ocio. Por increíble que parezca, a muchos niños les pasa lo mismo. Están acostumbrados a tener muy poco tiempo libre durante el año escolar y por eso no saben bien qué hacer con el tiempo libre. 

Este tiempo libre y sin tareas puede causar ansiedad, angustia, aburrimiento y mal comportamiento en los pequeños. Por eso la función de los papás y mamás es clave. Los niños necesitan que les enseñen y los orienten para manejar el tiempo libre. 

Ayudarlos es enseñarles a gestionar su tiempo libre organizando sus actividades.  También es poder darles opciones para que prueben y descubran formas nuevas de disfrutar. Dar indicaciones, orientarlos, compartimentar el tiempo es de gran ayuda para que los pequeños se sientan seguros y puedan disfrutar de sus juegos. 

Tiempo en familia

Las vacaciones pueden ser una oportunidad de recuperar el tiempo de calidad en familia. Con las obligaciones y exigencias del año a veces no contamos con ese tiempo. Recuperar la alegría y el placer de estar juntos haciendo actividades que los niños disfruten. 

Algunas ideas pueden ser: 

  • Leer un cuento en voz alta entre todos y luego comentarlo. 
  • Ver una película juntos y luego charlar sobre lo que vieron.
  • Organizar una coreografía o pequeña obra de teatro en la que todos participen.
  • Compartir juegos y actividades al aire libre.
  • Organizar un proyecto en común: renovar algún sector de la casa, mejorar el jardín, etc. 
  • Pintar un cuadro entre todos para colgar en la casa. 

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